Miguel Ángel Gómez Ruiz
Contrapunto
Luego de cubrir tantas y tantas campañas desde los 90´s, poco o nada pude entender sobre lo que quiere o trata de hacer un diputado, ya sea local o federal.
En algún momento pensé que alguien quería ser diputado, por ejemplo, por si había algún grupo afectado por una mala decisión de la autoridad o sobajado por algún grupo delictivo.
Tuve un vecino que militó en el PAN por muchos años. Sin embargo, mi amigo tenía grandes planes. Le preocupaban las colonias de la periferia, pues carecían de pavimento y había gente muy humilde. Anhelaba conformar una ley que castigara en serio a los criminales. Deseaba bajar recursos para que hubiera mayor vigilancia policiaca y en fin, tenía muchos propósitos.
Nunca tuvo la oportunidad por más que fue un leal militante de Acción Nacional. Por las noches, se escuchaban desde su casa grabaciones de conferencias de panistas que venían a motivar a los militantes que deseaban servir a la comunidad.
Murió y a pesar de sus contribuciones económicas, a pesar de que prestaba una oficina debajo de su casa para que la visitaran conferencistas y compañeros de partido, a pesar de que abandonaba su descanso para acudir a largas jornadas de proselitismo, no solo en campaña, nunca fue tomado en cuenta para algún cargo.
Lo mismo ha pasado en el PRD, en el PRI y más recientemente en Morena y allí ha habido cuestiones más raras pues los mejores cargos o candidaturas, se los dan a exmilitantes del PRD, PAN y PRI. Es decir, aquellos que formaron parte de partidos a los que más criticaron, ahora gozan de cargos, oficinas, recursos, protección y camionetas de lujo.
No sé si así sea, pero pareciera que importa más el cargo que servir. El mismo presidente López Obrador protagonizó marchas, bloqueos, quemó pozos petroleros, compuso himnos y vivió con escasos recursos –dice él que jamás cargó en su cartera más de 200 pesos- y al final, su esfuerzo ha valido poco. La economía no está bien por más que presume el ingreso de miles de millones de dólares gracias al trabajo de los migrantes, lo cual no es un logro suyo. Ha regalado recursos del presupuesto nacional, de fideicomisos y hasta de préstamos bancarios a la población, pero jamás les enseñó cómo podían administrar ese dinero. Ahora, ya le cuesta más regalar dinero y le pide a la gente ser más austera lo que suena más a advertencia que a otra cosa.
El costo del dólar tampoco es un logro suyo y la gasolina jamás pudo bajarla a 10 pesos como él lo dijo en su campaña y por más que lo nieguen él y sus compinches, sí mencionó que la gasolina costaría 10 pesos.
Sus obras resultaron muy caras y con nula funcionalidad. Inclusive, ha dado mucho poder a los militares con el tema de las Aduanas, Aeropuertos, el Tren Maya y la realidad es que casi todo, casi todo, ha sido un fracaso.
Nadie quiere que México pase a ser como Argentina, Venezuela o Nicaragua, no incluyo a Cuba porque lo que se vive allá es una vergüenza, con daños irreparables. Pero pongo de ejemplo a la Argentina que gobernó Perón. En aquellos años estuvo casado con una artista mediana, como Evita y aunque ella, supongo, le insistió en que compartiera más con el pueblo, les dio poder a los militares y ellos lo derrocaron. Así.
No somos Argentina aún y cuando el presidente se parece mucho –en sus torpezas- a Juan Domingo Perón. Gracias a Dios no tenemos a una Evita, pero sí tenemos a muchos militares y sí tenemos a muchos funcionarios y representantes populares que obedecen ciegamente a López Obrador y que poco o nada hacen por los que ellos llaman “el pueblo”.
Yo quiero pensar que un diputado federal debe estar colmado de trabajo. Debe pensar en cómo ajustar un presupuesto federal, cómo endurecer las leyes penales, cómo mejorar un sistema de salud y regresar a sus localidades. Poco o nada se sabe de lo que hace muchos pues casi no regresan. Pongo dos casos, Marijose Gamboa, panista que se reúne cada período de tiempo con sus representadas y que encabeza muchas actividades para sus seguidoras. Caso contrario al diputado federal por Xalapa, Rafael Hernández Villalpando, que casi nunca volvió e inclusive, ahora que anduve por Xalapa, algunos hasta pensaron que había muerto. En serio.
Veracruz
He recibido buenos comentarios sobre una nota en la que convivió la familia Gutiérrez de Velasco con el candidato José Yunes Zorrilla. Allí, Paco Gutiérrez de Velasco Urtaza dialogó con el candidato y le comentó que esta familia, que guarda un profundo cariño y respeto por uno de los mejores panistas que ha tenido Veracruz, don Alfonso Gutiérrez de Velasco (QEPD) ha realizado un trabajo serio y ha contribuido al crecimiento de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. Esta gran familia nunca usó la política para satisfacer sus ambiciones. Aprovecharon su trabajo para sembrar el bien. Así.
PD Tras la denuncia de que posee una mansión en la zona más rica de Alvarado, la candidata de Morena a la gubernatura de Veracruz, Rocío Nahle no está en la lona, pero sí está adormecida por tantos golpes tras darse a conocer esa noticia. No sé si en algún momento ella hablará de eso, pues su esposo no la ayuda mucho y pese a que ella goza de la confianza del presidente, si se insiste en el tema tiene mucho que perder. La zacatecana tiene que rendir cuentas y sí, dar explicaciones sobre esto.