Manolo Victorio
Carpe Diem
La consejera presidenta del Organismo Público Local Electoral de Veracruz, Marisol Alicia Delgadillo Morales sacó el trapito blanco y se asomó fuera de la zanja de seguridad en ejercicio visual de la encarnizada batalla que se libra en el fin de la cincuentena de intercampaña.
En esta carnicería mediática, donde ahora los malos del pasado son los buenos en una versión retorcida de la realidad, gracias al fake news, redes sociales y la toxica infodemia, en repetición del bucle infinito de ‘los carniceros de hoy serán las reses del mañana’, o los buenos que no lo son tanto, o vaya usted a saber con tanta podredumbre que brota, la consejera presidenta del OPLEVER llama a los actores políticos a conducirse con madurez política y respeto, una vez que ella de el banderazo de arranque el domingo 31 de marzo.
Parece una postal extraída de una bronca después de un partido América-Chivas en los 90, donde en las batallas campales hasta la tercia arbitral salía raspada después de dos o tres patadones de los enardecidos jugadores. “Se armó el traca traca”, narraban los cronistas deportivos. Así pasa en Veracruz.
La consejera presidenta del OPLEVER llamó también a los medios de comunicación a promocionar información cierta y veraz, que abone al ejercicio personal de razonar la dirección del voto el domingo 2 de junio.
Habría que sintetizar en este último rubro que los medios de comunicación transmiten una realidad, truqueada para parecer verdad o verdad histórica tamizada por la subjetividad del análisis, misma que surge de las fuentes informativas, en ese caso particular, los equipos de campaña de los tres aspirantes a la gubernatura del estado.
Respecto al subjetivismo que reviste la opinión periodística, este está tutelado por el articulo madre de los primeros 28 artículos constitucionales: la libertad de expresión, según el artículo sexto constitucional.
Es sano que haya libertad de expresión.
El ejercicio libre de este derecho, permite a los periodistas opinar sobre una realidad construida no por el comunicador, sino por los partidos políticos, candidatos, aspirantes a uno de los 51 puestos de elección popular, que se jugarán en Veracruz, árbitros electorales y ciudadanos con vocación cívica que participan en un proceso electoral.
Hay barreras de contención éticas, morales y legales que impiden al analista prospectar campañas de desprestigio en contra de un candidato o coalición. La ley tiene dientes y la ley penal los trae afilados contra cualquier individuo que utilice artimañas para ensombrecer la buena fama pública de un candidato o candidata.
Dura lex sed lex es una frase latina que significa “la ley es dura, pero es la ley”. Los periodistas vivimos bajo el imperio de la ley. Los cínicos no sirven para este oficio, escribió como una regla bíblica Ryszard Kapuscinski.
El periodista no se viste con una capa azul bordada con planetas lejanos, lunas y estrellas de la galaxia, ni se ciñe un turbante en trance chamánico, ni usa una bola de cristal en conciliábulos o aquelarres oscuros para alterar a realidad con artilugios, para descarrilar a una candidata o candidato; no.
Si los actores políticos producen estiércol, eso publican los medios.
Los medios de comunicación son correas transportadoras, los medios de información sólo sacan el producto, como la cadena metálica de una tortilladora que acarrea las tortillas hasta la cesta metálica en una correa infinita que observamos cuando hacemos fila por el alimento ancestral del mexicano.
Crudo pero verdadero.
Así que habrá que dejar claro, una vez más a los cuartos de guerra de partidos y colaciones que en radio y televisión tienen 96 spots diarios, aprovéchenlos para la propuesta, dejen atrás la guerra de lodo que aturde al ciudadano de por sí cabizbajo, acongojado por los problemas de la sobrevivencia diaria.
Los periodistas no tenemos ni el ánimo, ni la infraestructura, ni la capacidad, ni el tiempo, ni el talento, ni la sagacidad, ni la alevosía ni la perversidad para hacer campañas negras en contra de nadie, tampoco poseemos una empresa para hacer marketing a favor de nadie, para mejorar la imagen pública de nadie.
Cada quien tiene el derecho de venderse políticamente como mejor le parezca.
Los periodistas no somos el fiel de la balanza, no tenemos candidatos, no hacemos guerra sucia en contra de nadie ni campañas a favor de nadie.
«Decíamos ayer», dicen que dijo Fray Luis de León tras ser procesado por la Inquisición, que las ideas, propuestas, ofertas públicas en beneficio de los y las veracruzanas se diriman en los dos debates que realizará el OPLEVER programados para el sábado 27 de abril y el domingo 12 de mayo a las 18:00 horas, el primero en el Museo de Antropología de Xalapa y el segundo en Centro de Convenciones World Trade Center Veracruz, respectivamente.
Ahí veremos que traen en el brazo los aspirantes a suceder al inventor y docente Cuitláhuac García Jiménez.
Mientras llega la señal de arranque y se proyectan las estrategias en el debate, que cada quien atienda su juego.
Que nadie vea fantasmas en el closet.
El analista Gustavo Filobello Niño trae una hipótesis en materia electoral: el equipo que cometa menos errores, es el que se alzará con el triunfo.
Ahí queda la recomendación de un mercadólogo.
columnacarpdiem@gmail.com