Miguel Valera
Contraseñas
No hay ninguna duda que el destino nos alcanzó. El problema del desabasto de agua que vivimos en Xalapa se extiende a todas las regiones del estado de Veracruz, del país y del mundo. Las peleas de nuestro siglo, como ya se ha dicho sobremanera, serán por el agua que se está acabando. Mi comentario viene a colación por una denuncia que me hacen habitantes de la región de Pánuco.
Allá, en el norte de nuestro estado, colindante con Tamaulipas, en Pueblo Viejo, la alcaldesa morenista Valeria Nieto Reynoso y su esposo el diputado local Fernando Cervantes Cruz, con fines político-electorales, sin que tengan permisos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) ni de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) han intervenido la Laguna de Mayorazgo para dotar del vital líquido a pobladores de su demarcación.
No se ve mal que estén preocupados por atender a sus gobernados, lo que se critica es el uso “electorero” y la flagrante violación de las disposiciones legales. Además, indican, la draga de Pueblo Viejo está contaminando el cuerpo de agua, al tirar aceite y diesel y la señora alcaldesa y su señor esposo, diputado, al viejo estilo, sintiéndose amos y señores de la laguna, no hicieron el estudio de batimetría que por ley se debe realizar en los cuerpos de agua que se desazolvan, ni el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA). Por ello, piden la intervención de la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (PROFEPA). “La alcaldesa está violando la ley”, aseveran pobladores.
Hay que recordar al lector que la batimetría es el levantamiento topográfico del relieve de superficies del terreno cubierto por el agua, sea este el fondo del mar o el fondo de los lechos de los ríos, ciénagas, humedales, lagos, embalses, etcétera; es decir, la cartografía de los fondos de los diferentes cuerpos de agua.
Sin embargo, en el caso del desazolve de la “Laguna de Mayorazgo”, por cuestiones políticas, las autoridades municipales de Pueblo Viejo no siguieron los protocolos que marca la ley ni el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA), obligado para todos los casos de intervención en cuerpos de agua.
Pobladores de Pánuco han denunciado también que la draga, además de estar contaminando el cuerpo de agua que comparten ambas demarcaciones, ha tenido problemas de hundimientos, ya que, al no contar con el estudio de batimetría, se desconocen las irregularidades del lecho del cuerpo de agua.
GRAVE LA ESCASEZ DE AGUA EN LA REGIÓN
Entrevistado sobre el tema, Jorge Bazarte Salcedo, vecino de la laguna de La Tortuga, en la colonia Angostura, secretario del Consejo de Administración La Angostura, en el municipio de Pánuco, lamentó la actitud de las autoridades municipales y reconoció que un grupo serio de ciudadanos de la región, ya mandaron a hacer el estudio de batimetría correspondiente, tal y como lo dispone la ley, para atender a fondo el problema del agua.
Dijo que ni el alcalde de Pánuco Óscar Guzmán de Paz ni la alcaldesa de Pueblo Viejo, Valeria Nieto Reynoso, han buscado resolver este problema de fondo. “El alcalde de Pánuco ha estado ausente, totalmente desinteresado; ni siquiera ha tratado de dialogar con la presidenta de Pueblo Viejo ni ha intervenido para reclamar lo que se está haciendo fuera de la ley”, expuso.
Comentó que la sequía es grave. “Nunca habíamos tenido los niveles tan bajo del sistema lagunar. Le estoy hablando de la Laguna de la tortuga que comprende desde el ejido Miradores hasta el ejido Mata de la Moteada contando los poblados de Las Flores, Salsipuedes, Chapacado 2, Cerro de la Tortuga, La Angostura, Úrsulo Galván, Mayorazgo, Mata de la Moteada y toda la rivera norte del Río Tamesí. Están los esteros que nos conectan al río Tamesí en las diferentes lagunas, completamente intransitables. Es crítica la situación”.
El problema es serio. Es delicado. En el mejor de los casos la gente va a emigrar de zonas donde hay escasez de agua pero también se corre el riesgo de que la sangre llegue al río o en este caso, a la laguna, porque la ausencia del líquido vital puede generar confrontaciones, guerras y peleas, como ya está sucediendo en muchas partes del mundo.
Apenas el año pasado, la UNESCO dio a conocer que, en todo el mundo, 2.000 millones de personas (el 26% de la población) no disponen de agua potable y 3.600 millones (el 46%) carecen de acceso a un saneamiento gestionado de forma segura. El tema, insistimos, es grave. El destino ya nos alcanzó y debemos de tomar consciencia, sin politiquerías, de la buena gestión del agua y de su uso racional. Las autoridades de los tres niveles de gobierno deberían de poner el ejemplo.
@MValeraH