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    Felipe de Jesús Fernández Basilio

    Desde A Janela

    “Ya solo restan cinco meses y cuatro días para que se vaya a … su rancho”

    Son demasiadas las cosas que hacen evidente el fracaso absoluto del gobierno saliente y que nos muestran nítidamente que no van a superar la inevitable prueba de las urnas el próximo mes de junio.

    Para sostener lo señalado no se requiere recurrir a una profunda investigación sociológica, ni tampoco histórica y ni mucho menos de mercado electoral; ya que solo basta con sentarse un rato y simplemente observar el desplome electoral de los candidatos del partido en el gobierno como una consecuencia natural del rotundo fracaso administrativo y legislativo que tuvieron en estos cinco años en los que detentaron ambos poderes.

    Es impresionante ver como estados que solo hace tres años eran absolutamente fieles al gobierno de López al día de hoy se encuentran seriamente disputados, por no decir que los candidatos oficiales se encuentran en franca desventaja.

    Veracruz es un claro ejemplo de ello, cómo olvidar que hace solo tres años hubo en dicho estado lo que en los buenos tiempos del antiguo régimen del PRI se denominaba “un carro completo” para el gobierno, tan es así que en la legislatura local saliente el oficialismo tiene 40 de 50 diputados que la integran y tan escandalosos fue ese resultado, que en este espacio se escribió que era atípico con la tendencia nacional que fue de un marcado retroceso para MRN.

    Pues ahora resulta, que la elección en el estado está muy reñida debido a los altísimos niveles de corrupción e incompetencia personales de la candidata oficialista, a los que se suma la eterna pachanga que fue el gobierno saliente; cuando el circo termine, Cuitláhuac deberá de responderle a los veracruzanos por todo lo que su gobierno dejó de hacer.

    Otro ejemplo muy parecido es Morelos, una entidad que sufrió, al igual que Veracruz, el peor gobierno de su historia a manos de un deportista profesional quien,salvo algunas contadas dotes en la cancha, su vida personal siempre estuvo marcada por reflejar las mayores vilezas en las que una persona puede incurrir y su paso por el gobierno de la entidad no fue la excepción; Cuauhtémoc también deberá de responderle a los morelenses muchas cosas.

    Y no podemos dejar de mencionar el caso de la Ciudad de México, aquella fue la joya de la corona y el principal bastión de la autollamada “izquierda” mexicana que ahora está en peligro muy serio de pasarse a la oposición, algo que en todo lo que va del siglo XXI parecía imposible.

    Y es que, al igual que en los estados que mencionamos, ahí falló estrepitosamente el último gobierno local; ya que el transporte público (el metro principalmente) dejó ser funcional por falta de mantenimiento debido a los inmisericordes recortes presupuestales a los que fue sometido, la justicia jamás se procuró a las víctimas de las bandas delincuenciales locales y nacionales que ahí operan, el manejo de la pandemia fue un desastre ejemplar a nivel nacional y a su vez México lo fue a nivel internacional, lo que magnifica el escandaloso desempeño del gobierno local y a todo eso le sumamos que la jefe de gobierno como “doctora nazi” convirtió en conejillos de indias a los habitantes de la ciudad al probar en ellos medicamentos no autorizados para el combate de la epidemia.

    Así es, también quien fue jefe de gobierno en la última administración de la Ciudad de México, debe rendir cuentas a sus habitantes.

    Pero resulta que, ahora la “Mengele” chilanga quiere gobernar el país completo; parece broma, pero los carteles con su imagen y promesas de continuidad que pululan por toda la república así lo demuestran y aquí la pregunta que debe de hacer es la siguiente: ¿Cómo a alguien cuya administración local está siendo reprobada se le podría confiar una responsabilidad mayor?

    No se olvide que han sido 27 años de triunfos holgados de quienes han gobernado la Ciudad de México y precisamente la primera administración que está siendo reprobada por los capitalinos es la de Claudia Sheinbaum.

    Y si al pésimo desempeño como gobernante de Claudia Sheinbaum le añadimos el completo desastre que a nivel federal fue el gobierno de la transformación que no fue, perfectamente nos explicamos las razones por las que no van a superar la prueba de las urnas: corrupción y fracaso.

    Porque, más allá de los dimes y diretes de la mal llamada “guerra sucia”, ya que mejor aplican los términos de campaña negativa o de contraste, en los hechos el fracaso del gobierno saliente ahí está y todos lo hemos visto.

    Y tan es sabido ese fracaso, que ahora en su desesperación ya recurren a medidas desesperadas y ridículas como asociar al presidente con la santa muerte o realizar sacrificios de animales en el Senado para intentar buscar adeptos y ya ni hablemos de que no les alcanza el dinero para comprar los votos que necesitan para salir adelante y que por ello hasta las afores de los mayores se quieren robar; porque simplemente la sociedad ha sido defraudada y con seguridad va a buscar una alternancia.

    Como ya les dije, no se requiere hacer algún análisis complejo para darse cuenta de la desesperación en la que está un gobierno que no quiso gobernar y que, aunque quiera, no va a poder repetir.

    Y para darse cuenta de ello, solo basta con observar los acontecimientos.

    felfebas@gmail.com

    Twitter: @FelipeFBasilio