Sergio González Levet
Sin Tacto
Muchas felicidades a Elsa, la madre de mis hijos, que es la mejor del mundo.
El próximo domingo 12 a las 6 de la tarde en el World Trade Center de Boca del Río empezará el segundo debate de los candidatos a la gubernatura de Veracruz, organizado por el OPLE.
Obvio, la masa informe quiere sangre; que los aspirantes se digan sus verdades y se acusen mutuamente de escándalos y corruptelas; que los dedos flamígeros se dirijan a oscuridades sacadas a la luz pública; que haya una ganadora y un perdedor o una perdedora y un ganador.
Pero el pueblo bueno y honrado, los veracruzanos de bien, que somos millones, quieren otra cosa. Ni más ni menos que un verdadero debate en la primera acepción que da el diccionario de la RAE:
“1. m. controversia (discusión).”
Y no en la segunda, que se opone a los fines de la buena ciudadanía:
“2. m. Contienda, lucha, combate.”
Voy a que lo realmente conveniente para el bien de los electores del Estado de Veracruz, es que los candidatos esta vez centren su interés en platicarnos lo que piensan hacer para que todos logremos un desarrollo acorde, que vivamos en paz, y que seamos prósperos y felices.
En esa idea, el candidato de la alianza Fuerza y Corazón por Veracruz (PAN-PRI-PRD-Sociedad civil), Pepe Yunes, prepara información sobre su proyecto para rescatar a la entidad de la tragedia en la que estamos inmersos.
Para llegar a sus propuestas de gobierno, el peroteño se ha sustentado en un ejercicio inédito, que fue la participación de 198 especialistas que prepararon el documento “Veracruz, 2024. Diagnóstico y propuestas”, que le presentaron oportunamente a él, que fue el único aspirante que se interesó por este inmenso estudio que contiene tantas verdades.
Pero Pepe no se quedó ahí, e integró a su proyecto las opiniones de miles de ciudadanos, que le hicieron llegar sus ideas a través del Internet, en cartas escritas a mano que le dieron en algún evento, en tarjetas bienintencionadas, todas ellas instrumentos que fueron minuciosamente revisadas y tomadas en cuenta.
Si los otros participantes entienden la seriedad del asunto, permitirán el ambiente para que quienes vean el segundo debate tengan oportunidad de escuchar lo que se proponen hacer los aspirantes de las dos coaliciones y el partido de Dante.
Rocío Nahle, que insiste en la mentira de que ella es la única abanderada que ha presentado un proyecto serio y con propuestas viables, seguirá empecinada en hacer pasar por planes reales las 82 promesas vanas al aire de que está compuesto su discurso para sus no paisanos los veracruzanos.
Y Polo Deschamps seguirá aprovechando su papel de invitado de piedra con el fin de soltar mensajes sin oficio ni beneficio, en su afán de hacerle al esquirol con la candidata oficial.
Tal vez veremos el encuentro de la seriedad de Pepe, la mitomanía de Rocío y el histrionismo desfachatado de Polo, pero queda la esperanza de que todos se pongan las pilas y hagan el papel que les exige la historia.
sglevet@gmail.com