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    Inocencio Yáñez Vicencio


    Cuando las autoridades que organizan los procesos electorales declaran que la destrucción de la propaganda de la oposición es una cuestión moral, aun cuando las leyes lo tipifican como delito, estamos sin duda alguna ante un estado de excepción, en el cual la ciudadanía ha quedado a merced del hampa electoral, pero si acto seguido, la misma autoridad que durante décadas ha permitido que la parte que gobierna llamara a los que se los arrebató «mafia del poder», ahora prohíbe que su candidata sea llamada narcocandidata, se pasa a un régimen donde desaparece la ley e impera un estatuto faccioso y de privilegio morenista.


    De esta manera es evidente que el actual proceso para renovar los poderes republicanos, se da ya en un estado de excepción.
    Llegamos sigilosamente al estado de excepción, lo que no lo hace menos peligroso. Para el teórico jurista de Hitler, la soberanía la tiene quien decide (el decisionismo), así la soberanía que pasó del monarca al pueblo, retorna del pueblo al hombre providencial, al que no necesita de la división de poderes, al que ejecuta, hace la ley y juzga desde una Mesa Maldita, quiénes son sus amigos y quiénes son enemigos, para perseguir a estos últimos hasta acabarlos, porque atentan contra la visión holística de la nación, que por monolítica, no admite diferencias ni plurales, porque dividen lo que es único, que como tal, debe ser guiado por quien ha sido iluminado para conocer el bien común, que sólo a él le ha sido revelado.
    No siendo mi costumbre calificar, prefiero relacionar a Claudia Sheinbaum con hechos que permitan que quien me hace favor de leerme, puedan juzgar si es o no narcocandidata.

    1. ¿El que fuera candidato de su movimiento en 2006, ya quedó libre de sospecha de haber recibido dinero del narco para su campaña?
    2. ¿La política de abrazos y no balazos de Andrés Manuel López Obrador, no tiene como beneficiario al crimen organizado?
    3. ¿No es evidente, la cercanía del protector de Claudia, para con el cartel de Sinaloa?
    4. ¿La reverencia de Amlo, para con el Chapo, pidiendo que no lo llamen por su sobrenombre sino señor Guzmán Loera, no muestra un lazo cercano?
    5. ¿La liberación de Ovidio pareció una decisión propia, pero su entrega a los Estados Unidos, fue producto de una presión?
    6. ¿La entrega del Estado de Guerrero a Macedonio, no respondió a una negociación con el narco?
    7. ¿No fue en la Costa del Pacífico donde en las elecciones del 2021, el narco levantó la estructura electoral de la oposición para que el partido de Claudia, se despachara con la cuchara grande?
    8. ¿No es al presidente del partido de Claudia, señor Mario Delgado, quien ha sido exhibido en videos con Carmona y ahora la viuda del narco tiene bajo su dominio el gobierno de Villarreal?
    9. ¿No es durante la administración de Claudia en Tlalpan, cuando crecen las bandas del narco en esa zona?10. ¿No es sospechoso que recientemente, como lo comentó Raymundo Riva Palacio, transite Claudia, por rutas que nadie que no tenga protección de las bandas de malosos, puede hacerlo?
    10. ¿Acaso no existen videos donde capos señalan que financiaron al jefe político de Claudia?
    11. Las investigaciones de Anabel Hernández, prueban de sobran los compromisos del crimen organizado con Amlo y el partido de Claudia ¿o no?
    12. ¿El Departamento de Estado norteamericano no hizo pública una investigación contra Amlo, bajo las mismas pruebas y hasta los mismos testigos que hoy tienen en la cárcel a Genaro García Luna, pero que a Amlo, lo tienen libre?
    13. ¿Que no fue calificada la administración en la que Claudia Sheinbaum perteneció, por Porfirio Muñoz Ledo, como Narco Estado?
    14. ¿Que no están documentadas la entrega de contratos a personajes relacionados con el crimen organizado?
      Amigo lector, después de analizar estos puntos saque usted sus propias conclusiones.
      Por mi parte únicamente me resta decirles que hay un dicho popular que reza: “lo que se ve, no se juzga”.