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    Alejandro Bustos
    Sinapsis

    En el espectro del pensamiento político, dos filosofías que a menudo se confunden pero tienen diferencias fundamentales son el minarquismo y el anarcocapitalismo. Ambas surgieron del caldo de cultivo del pensamiento libertario, que valora la autonomía individual y la limitación del poder estatal, pero cada una propone una visión distinta de cómo debería ser el gobierno ideal, o si debería existir en absoluto.

    En la actualidad, no podemos ignorar que son conceptos que se han revalorizado gracias a la irrupción del presidente de Argentina, Javier Milei, mismo que se define a sí mismo como “liberal-libertario-minarquista-anarcocapitalisa”. Sin embargo, hay mucha gente que no tiene claro qué significan ambos conceptos y, sobre todo, cómo se relacionan entre sí, por lo que consideré importante tratar de explicarlos.

    Minarquismo: el Estado mínimo

    El minarquismo sostiene que el estado debe existir, pero su función debe ser estrictamente limitada a la protección de los ciudadanos contra la agresión, el robo y el fraude, además de la defensa del territorio nacional. Los minarquistas argumentan que estas son funciones que no pueden ser eficazmente proporcionadas por el libre mercado debido a problemas como el del «free rider» o pasajero gratuito en la defensa nacional. En esencia, creen en un estado que sólo debe intervenir para garantizar el cumplimiento de los contratos y la seguridad personal y nacional.

    Robert Nozick, en su influyente obra «Anarchy, State, and Utopia», ofrece una defensa filosófica del minarquismo, argumentando que cualquier estado más expansivo que el mínimo necesario inevitablemente viola los derechos de las personas a través de imposiciones no consentidas, como los impuestos.

    Anarcocapitalismo: la abolición del Estado

    Por otro lado, el anarcocapitalismo lleva la filosofía libertaria a su conclusión lógica: la abolición completa del estado. Los anarcocapitalistas como Murray Rothbard, en su libro «For a New Liberty: The Libertarian Manifesto», argumentan que todas las funciones del estado, desde las cortes hasta la defensa nacional, pueden y deben ser proporcionadas por el mercado. En un mundo anarcocapitalista, las empresas privadas competirían por ofrecer servicios de seguridad y judiciales, operando bajo un sistema de derecho común emergente que refleja los valores y las necesidades de los consumidores. En otras palabras, creen en “la transferencia de empresas o actividades públicas que pertenecían al Estado al sector privado”; o sea, la privatización, según la definición literal de Google.

    Influencias de la Escuela Austriaca

    En mi columna del pasado 28 de noviembre titulada ‘La escuela austriaca de economía: una alternativa para el siglo XXI’, hablé un poco de esa corriente de pensamiento económico. Y es que considero pertinente recordarlo porque ambas teorías que nos ocupan el día de hoy están profundamente influenciadas por la Escuela Austriaca de Economía, particularmente por figuras como Ludwig von Mises y Friedrich Hayek, quienes a lo largo de sus obras argumentaron vehementemente contra la intervención del estado en la economía de un país. Los principios de la economía austriaca, como la importancia del cálculo de precios y los peligros de la planificación centralizada, son fundamentales para comprender por qué tanto minarquistas como anarcocapitalistas favorecen mercados libres prácticamente sin restricciones.

    Diferentes caminos hacia un objetivo similar

    Aunque el minarquismo y el anarcocapitalismo comparten la desconfianza en el estado, divergen en sus visiones sobre la necesidad y el papel del mismo. Los minarquistas ven un rol limitado pero esencial para el gobierno, mientras que los anarcocapitalistas buscan una sociedad donde el libre mercado rija por completo. Estas filosofías nos desafían a pensar sobre el papel que queremos que juegue el gobierno en nuestras vidas y cómo podemos organizar la sociedad de manera que promueva la absoluta libertad y la justicia sin caer en la coerción estatal.

    Así, al explorar estas ideas, es crucial que mantengamos una mente abierta y consideremos cómo las teorías que discutimos en abstracto pueden aplicarse en el práctico y tumultuoso mundo en el que vivimos.

    En estos tiempos tan aciagos a los que la sociedad está siendo sometida por activistas y militantes de extrema izquierda que consideran al estado una religión, es importante que el lector tenga una base para explorar más a fondo y formar sus propias opiniones en este debate crucial sobre el futuro del liberalismo y el papel del estado.

    El remate:

    Para los incrédulos: Milei lo está logrando. Así es, el presidente Argentino, poco a poco, está cosechando los frutos de su ‘motosierra’. Recientemente se anunció que Argentina logró en abril superávit financiero por cuarto mes consecutivo. Y es que, por primera vez desde el 2008, el país sudamericano puede presumir de mostrar señas de recuperación, lo cual se debe gracias a las políticas públicas del mandatario oriundo de Palermo. Con 5 meses desde que llegó al cargo, la inflación mensual de Argentina se ha ralentizado pasando del 26% en diciembre al 8.8% en abril. La recuperación está siendo previsiblemente lenta, pero ya se puede palpar.

    Fuentes:

    Free rider: https://juandemariana.org/ijm-actualidad/analisis-diario/el-lenguaje-economico-xxxii-el-free-rider/

    Cálculo de precios y la planificación centralizada: https://www.libertyk.com/blog-articulos/2020/5/1/17-oskar-langenbspnbspel-debate-en-torno-al-clculo-econmico-y-la-planificacin-central-por-jan-doxrud-3azy8

    Literatura recomendada:

    «Human Action: A Treatise on Economics», por: Ludwig von Mises:

    «The Road to Serfdom”, por: Friedrich Hayek