Inocencio Yáñez Vicencio
En plena invasión norteamericanas de 1846-7, aparecieron jóvenes partidarios del presidente del vecino país del Norte, el general Polk, por eso fueron conocidos como polkos. Cualquiera que revise el Diario del mandatario estadounidense podrá verificar, que con Santa Ana y sin él, los gringos se hubieran apropiado del territorio nuestro más allá del Río Bravo.
La colaboración con el extraño no es nueva. Nada de novedoso hay que un grupo de muchachos que trajo Fidel Herrera Beltrán, después de haberles entregado todo, incluso la gubernatura, se hayan ido a Morena o a sus satélites. A mi me pareció muy bien que Fidel entendiera que el PRI debía de abrirse a las nuevas generaciones y que habia que enviar a la banca a los políticos de siempre, porque los partidos en el poder tienden a la esclerosis. Los cuadros formados en la oposición son muy distintos a los cuadros formados en el ejercicio del poder. El diagnóstico fue correcto pero la medicina pésima. En lugar de entregarle el partifo a liderazgos jóvenes del campo, la fábrica, las colonias, las universidades… se lo entregó a junior y carga maletas. En lugar de hacer del Congreso una escuela politica, como al entrar no tenía mayoría, lo reemplazó por concilio burocrático, relegando al poder legislativo a una oficialía de partes, por eso con motivo de sus cuatro años de gobierno, a pesar de su obra de infraestructura, declaré que políticamente su gobierno era un fracaso. El resultado ahí está. Sus residuos abandonaron el PRI.
El problema es que no sólo forman el contingentes de los polkos los que abiertamente se fueron con la Zacatecana, también son polkos, también sirven con el o la extraña, los que siempre han nada en todas las aguas, los que no toman partido, los que pudiendo dar mucho , dan poco, los que teniendo un » prestigio » académico, se limitan a subir a los chats videos o textos, para no dar color, para no exponerse a la represión, pero eso si, cuando la balanza se inclina de este lado o se triunfa, son los primeros en presumir de su paternidad y hasta ser los primeros en formarse para pedir para ellos o sus » prodigiosos» hijos.
Hay muchas formas de cooperar con el invasor o extraño. Los que abiertamente se pasan a las filas contrarias, son fácilmente localizables. Los que pudiendo dar más y se portan como si estuvieran tullidos física y mentalmente son más repugnantes, porque juegan a engañar al adversario y a engañar al partidario, lo que les ha sido muy rentable, porque como normalmente aparecen como gente sin partido, siempre se acomodan.
No hablo de la cargada. Esa es habitual en cada elección. El ciudadano tiene derecho a cambiar de opinión. El que debe definirse es el decide hacer política, porque bien dice Weber, se hace política, tomando partido. El centro es un punto muerto. Colocarse en el centro es no tener propuesta. Si Tadeei, la presidenta del INE, deja que Amlo, llame a sus adversarios mafias, prohibe que Xochitl, hable de narcocandidata y ahora que Marea Rosa use el color rosa, es porque sabemos que tenía credencial de Morena, antes de ser designada consejera y actúa en consecuencia de su militancia, convirtiendo al órgano electoral en un brazo de los morenistas. Reemplaza con ello el Estado de derecho por el estado de excepción.
Esta es la razón por la cual siempre serán más peligrosos y dañinos los gatopardistas que los que actúan a la luz del día. Por eso merecen repudiarse tanto los polkos con máscara como sin ella..