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    Sergio González Levet

    Sin tacto

    A pesar de tantos esfuerzos y de planes para sanear la jettatura sindical de Petróleos Mexicanos, aún persisten vicios en algunos sectores de la representación de los esforzados trabajadores de la industria energética nacional.

         Salta la liebre en Campeche, en donde unos vivales disfrazados de líderes intentaron sabotear el programa de basificación Kumaza, que ofrece la consolidación de su plaza a 750 trabajadores petroleros, por medio del programa de apoyo Asiste.

         Sucede que unos tales seudo dirigentes que responden a los nombres de Víctor Matías Hernández Colunga y José Alberto Macías Flores se opusieron a la basificación ofrecida por el presidente Andrés Manuel López Obrador porque, obvio, ellos dejaron de tener el control sobre la lista de quienes serían beneficiados -lo que sería muy satisfactorio en bien de sus finanzas personales-, y entonces se dedicaron a hacer lo único que saben: a manipular a algunos trabajadores, a amenazar a otros, a discutir groseramente con los funcionarios responsables de la aplicación en la filial Kumaza.

         Fue la ingeniera Agripina Villegas Silva, que es subgerente del departamento de personal de la Región Marítima Noreste de Pemex, quien le comunicó a Víctor Matías Hernández Colunga que ella no trataría con él sobre ese asunto porque estaba impedido para ejercer como dirigente sindical.

         Resulta que los dos pájaros de cuenta de que se habla aquí están vinculados a Delitos de Fraude por el juez Rubén Romero Maldonado, en el proceso penal 577/23, según consta en el oficio 1177/2023 de control y enjuiciamiento del Juzgado de Procedimiento Penal.

         Con esa investigación en contra, tanto Víctor Matías como José Alberto tuvieron que dejar sus jugosos puestos sindicales, y fue nombrado como Delegado Especial de la Sección 47 del STPRM el señor Raúl Ramírez Rangel, quien se desempeña como Secretario del Trabajo en el comité directivo nacional. Aquí el problema es que esa figura no está contemplada en los estatutos del sindicato, así que es ilegal.

         Pero Ramírez Rangel se montó en su puesto, y en un principio se mostró reacio a aceptar la regularización de los 750 trabajadores sin base, hasta que finalmente accedió y acató las indicaciones desde su central, por lo que finalmente la representación sindical de Pemex en Ciudad del Carmen actuó en favor de los trabajadores petroleros, a los que dice proteger y velar por sus intereses.

         Si Víctor Matías Hernández Colunga y José Alberto Macías Flores lograran librar la vinculación a proceso y salieran de prisión, difícilmente podrían regresar a sus lugares como líderes de la Sección 47, porque los trabajadores sindicalizados ya saben de qué manera se comportan cuando se trata de defender los intereses de la base petrolera.

    sglevet@gmail.com