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    José Luis Enríquez Ambell
    Café de Mañana

    El término de la zafra en todos los ingenios azucareros, además de dejar daños y afectaciones en los caminos que transitan las unidades de carga de la caña que se transporta así como, un mayor desgaste por el uso en las fábricas con gran antigüedad en moliendas, también causan una severa afectación al algua, ríos y afluentes del entorno de la graminea.

    Y es que, de acuerdo con la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), la industria azucarera en el país presenta elevados problemas de contaminación en el agua, como producto de su elevado consumo energético, la descarga de agua con alta temperatura a los ríos y arroyos, y gran contenido de materia orgánica como es el caso del bagazo de la caña, cachaza y vinazas, elementos todos ellos de alto daño para el vital líquido.

    Los impactos ambientales del cultivo de la caña de azúcar, principalmente, se traducen en los efectos en el suelo, ríos y aguas subterráneas debido al uso de plaguicidas y también la compactación del suelo, debido al uso intensivo de maquinaria agrícola; la erosión del suelo, así como, emisiones con los más altos contaminantes por la práctica de la quema previa al corte de la caña antes de llegar a las fábricas donde la muelen y transforman en azúcar.

    La situación geográfica de privilegio de Veracruz – en comparación con otras entidades del país que tienen Ingenios Azucareros – gozando todavía de una riqueza hídrica extraordinaria, pero al mismo tiempo y lamentablemente, la totalidad de sus ríos son contaminados por la caña e industria azucarera, y por ello hay poca disponibilidad de agua para uso doméstico, sin que solo sea la industria Azucarera la culpable de este transtorno.

    Los 18 ríos que atraviesan la entidad veracruzana, todos contienen – en más o menos – fuentes contaminantes que provienen de la industria; petroquímica, textilera, alimentaria, fertilizantes, gases, papelera, curtido de piel, refresquera, cítrica, lechera, fibra sintética, química, farmacéutica, cervecera, beneficios de café y de “ingenios azucareros”, y aguas negras municipales que a la vez llegan a las aguas del Golfo de México.

    Desde el norte al sur, los ríos Pánuco y Tuxpan, como el río Coatzacoalcos, sin dejar de pasar por el río Tecolutla, el Nautla, el Actopan, la Antigua, Jamapa, Río Blanco, el Papaloapan, todos en más o en menos enfrentan el fenómeno de tener en sus márgenes a la industria y que diariamente derraman fertilizantes inorgánicos, aunado al uso de pesticidas por parte del sector agrícola y ganadero. Y ante el cierre de la zafra,- en esta época del año ,-los ingenios azucareros y el campo cañero ponen en un riesgo de desapareción a los afluentes.

    Creo que, las dependencias públicas y el sector privado podrían sentarse a construir en la mesa de trabajo políticas públicas que eviten el deterioro hídrico, que afecta en la baja corriente de nuestros ríos.

    La SEDARPA, SEDEMA (PROCURADURIA DEL MEDIO AMBIENTE), SEDECOP, SEV, SPC, SEFIPLAN (CAEV) así como, las LEGISLATURAS Local y Federal entre otras entidades públicas – sobre todo Federales – junto con los empresarios e industriales en conjunto se están tardando y quizá junto con los organismos sociales del entorno a la caña de azúcar, igualmente habrían de ser convocados a ese gran diálogo en busca de atender el grave impacto ambiental en Veracruz, pues incluso viene aumentando el daño en recursos pesqueros, por citar uno.

    Los daños en ríos nace y está en la deforestación en las altas montañas, y recrudece el panorama, pues deriva en poca infiltración de agua. “Hay ríos que están desapareciendo como el que atraviesa el municipio de Puente Nacional y donde únicamente queda el cauce”. No hay manera de revertir esta problemática y recuperar los ríos, a menos que haya más inversión tecnológica, lo cual es muy difícil por ahora, y no solo por la desaparición de la financiera rural sino por la falta de políticas públicas y voluntad de las autoridades.

    No obstante, para tener acceso al agua limpia se requiere de una educación ambiental y generar políticas públicas de concienciación entre la población, ya que instancias gubernamentales como la Conagua se han visto superadas, y no ahora, sino desde hace muchos años.

    DE SOBREMESA

    Los especialistas hablan del cambio climático, del daño irreversible que traen consigo “las quemas de cañales,” “los desagües de ingenios azucareros sobre todo durante la molienda y la zafra”, pero sin descontar a los incendios forestales y la tala inmoderada de árboles; mientras que los legisladores autorizan propuestas de Ley para sancionar a las empresas que contaminan, pero pareciera que en la práctica, las normas sobre temas de contaminación supone que requieren mayor voluntad.

    UN CAFÉ CON DOBLE CARGA

    Tan sólo los ingenios azucareros en la zona centro del estado; “El Potrero” y la Central Energética de Atoyac, afectan y contaminan el Río Atoyac; “El San Miguelito” descarga en el arroyo El Tepachero; “San Nicolás” y el ingenio “La Providencia”, en el Río Blanco; “San José de Abajo” descarga en el río El Zapote; el “Motzorongo” y el “Constancia”, en el Río Paraíso, y así pasando por “El Carmen” y el “Progreso”; cada uno de éstos son los que más contaminan las aguas de ríos y arroyos de región central durante casi seis meses que estas empresas no cesan de arrojar sus desechos; que va desde vinaza, sosa cáustica y toda esa cachaza que sale del agua de los molinos de las factorías.

    UN CAFÉ CON PILONCILLO

    Pareciera que la población no está valorando lo que es tener un aire limpio, tener el agua limpia y un buen suelo; ante eso, es urgente tomar cartas en el asunto, pues en los últimos estudios que se han realizado sobre la quema de la caña, ésta trae graves problemas de contaminación e incluso, puede traer serias consecuencias de salud, pues tan sólo el tizne que emiten los ingenios, llamado hollín, (carbono negro) y que puede causar hasta cáncer en los pulmones; donde de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, hasta el año pasado mueren 1.8 millones de personas en forma prematura. Y parece que para todos estos empresarios, emitir tizne es una práctica común y añeja; que además, toman el agua que quieren de estos afluentes zona arriba; porque en la parte baja va más que contaminada.

    UN CAFÉ LECHERO LIGHT

    Todas las regiones cañeras en Veracruz cubren más de noventa territorios municipales, y que abastecen a las 18 fábricas de azúcar. Se hace urgente que los industriales instalen plantas de tratamiento y ayuden al estado y los ayuntamientos, y sobre todo a la población.

    ¡ES CUANTO!