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    Salvador Muñoz

    Los Políticos

    Si usted considera algo incongruente a Xóchitl Gálvez, porque primero felicita a Claudia Sheinbaum por el triunfo en las urnas el pasado domingo y al día siguiente, anuncia que impugnará los resultados, pudiera darle la razón y no…

    Se le da la razón porque si bien es cierto, pareciera bipolar, es decir, primero muy demócrata y luego muy “resistencia”, da lugar a que cualquiera puede pensar que no tiene bien definidas sus pretensiones políticas y / o ciudadanas. Sí, incongruente cuando primero da la mano, y luego la muerde.

    Pero no… quizás no sea incongruente; a lo mejor precipitada o simplemente, bien intencionada, buena onda, y aunque parezca paradójico, congruente con ella misma, pero no con sus aliados.

    Xóchitl tuvo la reacción que cualquier competidor, ante los hechos, hubiera tenido: aceptar el triunfo de su opositora y en buena lid, felicitarla. Ése es el tamaño real de Xóchitl… lo que ocurre es que es seguro que los partidos que la cobijaron como candidata se dieron cuenta de algo sumamente preocupante: su fuerza como oposición en el Congreso, llegará muy menguada, no sólo a nivel federal, sino a nivel nacional. Morena tendrá Aplanadora en San Lázaro y gobernará en 24 estados además de la Presidencia. Los partidos de Oposición, entendiendo ésta como PAN, PRI y PRD (si es que mantiene su registro el Sol Azteca) están contra la pared desde dos distintos ángulos:

    El primero, poco a poco van perdiendo sus liderazgos al frente de los cargos de representación popular… la mayoría de los que lleguen, lo hacen bajo estigma.

    El segundo, la mayoría de los votantes no confían en ellos, incluso, hasta dentro de su alianza.

    Entonces, al ser una minoría muy disminuida en la función política, se tiene que voltear hacia Xóchitl y su Marea Rosa para ir conformando un frente contra Morena más interesante: Una oposición civil.

    Alguien le dijo a Xóchitl Gálvez que el haber tirado la toalla tan rápido, era un golpe en el ánimo de quienes creyeron en ella; alguien le dijo a Xóchitl que ante la menguada oposición, ella tenía que asumir tal figura; y la única manera de hacerlo es volver a subirse al ring, o mejor dicho, subirse a la ola de la Marea Rosa.

    Ya la Oposición política, es claro, se desgastó; la Oposición ciudadana, civil, pudiera ser la esperanza, no de los partidos, sino de la gente que realmente quiere un cambio.

    Aun perdiendo la contienda, Xóchitl desde la Marea Rosa puede ganar, y así como ella se dijo o autonombró “ser la Resistencia”, hay que recordarle que esto a veces no es de fuerza, sino de Resistencia, de aguantar… si llega a entender esto, entonces se pudiera decir que esto apenas empieza… no acabó el domingo dos de junio.