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    Felipe de Jesús Fernández Basilio

    Desde A Janela

    “Ya solo restan tres meses y veintitrés días para que se vaya a … su rancho”

    En las pasadas elecciones el partido en el gobierno y sus rémoras triunfaron con un margen muy amplio tanto a nivel federal como en la mayoría de las entidades federativas que estuvieron en disputa.

    Ese triunfo, en apariencia legal, no fue limpio y la muestra de ello está en el ambiente que se ha percibido en las calles, ya que ni de lejos se ha visto a partir del 3 de junio la algarabía que hubo hace 6 años, ni mucho menos la que había en el 2000.

    No comparto, aunque es muy probable que triunfe en el imaginario de muchos, la narrativa del fraude electoral cometido por el INE, ya que los votos ahí están y en todas las etapas de conteo han sido validados.

    Ciertamente, existen inconsistencias que son producto de errores humanos, tal vez algunos con dolo y muchos más sin él, todos corregibles, pero con una variación marginal en el resultado final.

    Puedo asegurar que, con todo y sus limitaciones (las que abordaremos más adelante), el INE aún conserva su profesionalismo y condujo unas elecciones de manera eficaz.

    Lo anterior es importante aclararlo, porque por más que no se esté de acuerdo con el resultado y que se sepa que las elecciones no fueron limpias, no se puede ni se debe de caer en la narrativa de López y echarle la culpa al INE y así justificar su eventual desaparición.

    Al contrario, hay que ser conscientes que el INE fue saboteado por el gobierno tanto en presupuesto como con el despido y renuncias de funcionarios con mucha experiencia, lo cual provocó que hubiera errores y retrasos; siendo una consecuencia del recorte presupuestal el que, por ejemplo, en Veracruz ante los salarios que el INE podía pagar muchos capacitadores emigraron al órgano local. Increíble pero cierto.

    Ahora bien, decimos que la elección no fue limpia debido a que fue comprada y la culpa entera es del gobierno saliente, sí ese gobierno que apeló a los instintos humanos más bajos para salirse con la suya.

    Esto es fácilmente explicable, los humanos por naturaleza somos egoístas y comodines y también tratamos de tener las menos responsabilidades posibles; y ha sido precisamente ahí en donde López y sus secuaces se hicieron fuertes.

    La clave de los famosos apoyos sociales repartidos indiscriminadamente ha sido resolver la inmediatez individual sacrificando el bienestar comunitario y nacional.

    El gobierno saliente fue totalmente ineficaz para dar seguridad, salud, educación, etc.; pero fue excelente para dar dinero a unos y relevar de sus obligaciones a otros y al condicionar maniqueamente esos apoyos a su continuidad, logró no solo el voto de los directamente beneficiados, sino que también de los que como consecuencia de los apoyos, se lavan las manos de cualquier compromiso que pudieran tener.

    Un ejemplo de lo anterior lo tenemos con los hijos adultos que votaron en favor del gobierno, porque les da la aparente seguridad de que ya no tienen que hacerse cargo de sus padres debido a la pensión que reciben.

    Así es, los instintos humanos más básicos se imponen y a la mayoría de las personas no les importa que sus hijos reciban una educación deficiente si tienen un dinero extra en sus carteras, tampoco les importa que la seguridad social esté colapsada si están sanos y tienen un dinero extra, ni mucho menos les importa que el gobierno prácticamente no sirva para nada, mientras sea un banco y les reparta periódicamente algo de dinero.

    Sí, porque ese dinero que reparten de algún lado tiene que salir y ha salido de dejar sin presupuesto a la mayor cantidad de dependencias posibles y la falta de presupuesto no inhibe la corrupción, como falsamente lo dicen, pero sí destruye las capacidades del organismo afectado.

    La mejor muestra de lo anterior es la absoluta incapacidad de respuesta que ha tenido el gobierno frente a la ola incendios que está acabando con los bosques del país y esto se debe a que no tienen ni personal ni presupuesto para protección civil, no hay nada ni tampoco declaratoria de emergencia, porque ya no existe el Fonden, el dinero que serviría para apagar incendio está gastado en hacer a Sheinbaum presidente y en buscar las dos terceras partes de las cámaras.

    Pero a los afectados, a quienes en lugar de bomberos les dieron granaderos que los aporrearon, a la larga tampoco les va a importar la destrucción de sus lugares de origen si van a tener un dinerito en su cartera; ya lo vimos en Acapulco que religió a su alcaldesa a pesar de las barbaridades que dijo e hizo en la tragedia que vivieron.

    Sin embargo, y a pesar del gran triunfo de esta forma de obtener el poder sin gobernar, en México existimos un cuarenta por ciento de electores que no apoyamos esa visión y que creemos en la democracia y en tener un gobierno funcional, efectivo y profesional; quienes a pesar del panorama adverso que viene, seguiremos pugnando por el país que queremos.

    No hay que olvidar que el partido en el gobierno va por su segunda administración y cada vez le va a ser más difícil culpar de sus fracasos al pasado inmediato anterior, porque sería escupir para arriba; ni mucho menos hay que olvidar que electoralmente no hay vencedores ni vencidos eternos.

    Eso sí, también quienes nos opusimos y fuimos vencidos tenemos que hacer una autocrítica profunda y,sobre todo, traducirla en cambios; pero de eso ya hablaremos en una entrega posterior en la que contemos con más resultados definitivos.

    felfebas@gmail.com

    Twitter: @FelipeFBasilio