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    Vicente Luna Hernández

    La realidad es que al ser la autoridad más cercana a los ciudadanos, los cabildos son más cuestionados y señalados por sus excesos en el ejercicio del poder que otros representantes populares, el próximo proceso electoral municipal requiere una participación más crítica de la ciudadanía, esto es, si hay progreso en sus municipios o no se refleja ningún cambio en su desarrollo, es necesario que los votantes analicen y hagan un ajuste de cuentas más allá de los programas sociales, ¿acaso el éxito político consiste solo en repartir dinero? ¿Puede el partido en el poder impulsar candidatos municipales – mujeres o hombres – cuestionados, señalados en su momento de actos de corrupción como sus mejores cartas de presentación sin rubor alguno? ¿Puede el partido morena estirar la liga de la credibilidad y confianza ciudadana en su proyecto e impulsar a cualquiera sin riesgo alguno?


    Es una realidad que el termómetro político tiene sus particularidades en una elección municipal, lo cierto es que hay varios aspirantes que andan con los ojos puestos en sus respectivos palacios municipales, sin embargo, también es cierto, que la elección no será un reflejo del pasado 2 de junio, mi pronóstico es que puede haber un cobro de facturas de los ciudadanos ante los malos gobiernos sean del color que sean, ¿morena confiará – únicamente – en los programas sociales para ganar los ayuntamientos? ¿Podrán los otros partidos – incluidos PT y PV – impulsar cuadros políticos con solvencia moral para quitarles rebanadas de pastel al partido en el poder?
    Los aliados de morena deben tener sus propios proyectos partidistas, estar a la línea única del gobierno en turno a la larga les pasará factura, el Partido del Trabajo y el Partido Verde tendrán la oportunidad de impulsar a sus militantes para que formen parte de un cabildo y llevar las siglas del partido a más territorio, ¿podrá la oposición – incluidos PT y PV- ganar alcaldías por si solos? Lo cierto es que los aspirantes aprovecharon las campañas recién terminadas para recorrer sus municipios respectivos, lo cierto es que en proceso electoral 2024 estuvo y está muy presente el 2025, ¿continuará de fiesta morena o pagarán alguna factura social municipal?

    ¿Acaso no es necesario un debate hacia el interior de los partidos de oposición para enfrentar el 2025? ¿Acaso no es necesaria una renovación de las dirigencias para oxigenarlas ante el desgaste natural de un proceso federal? ¿Acaso no tienen nada que decir los militantes de los partidos opositores a morena? ¿En serio no pasa nada en la oposición? ¿Son los plurinominales electos los que tendrán el poder partidista? ¿Son aquellos que llegarán sin respaldo social al Congreso de la Unión o al Congreso del Estado los liderazgos que requieren los partidos? ¿Ellas y ellos representan el sentir de la militancia o deben hacerse a un lado?
    Lo cierto es que en los municipios ya hay una efervescencia por el próximo proceso electoral, quienes aspiran a buscar las alcaldías o integrar un cabildo tienen rato caminando sus respetivos municipios y sobre todo, invirtiendo recursos económicos propios, escuchando a la gente y visitando a diferentes sectores sociales para a dar a conocer sus proyectos políticos, dicen que las municipales son más de personas que de partidos pero ¿qué tanto será cierto esto en el 2025?
    La fiesta será – como siempre es – apasionada pero – ojala así sea– dentro de los cauces legales, Veracruz después de la tormenta quiere un proceso electoral en paz y de gran participación ciudadana, habrá 212 razones para esperar un proceso electoral digno de los grandes retos y demandas de Veracruz, que nadie se confunda, la elección municipal será totalmente diferente en participación social, un proceso electoral municipal es el verdadero termómetro del humor social en Veracruz con sus respetivas representantes populares, ¿en el 2025 se repetirá la historia 2024? Diría el gran filósofo Capulina: “No lo sé, puede ser, a lo mejor, tal vez, quien sabe…”
    P.D.- Con el ánimo que por el bien de Veracruz la soberbia no sea el distintivo de quienes recibieron sus constancias como futuros representantes populares….Escribiré otro día.