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    Luis Bustos
    EnEstaHora

    Las redes sociales nos informan de todo o casi todo, de manera especial, de asuntos sin importancia, que no nos interesan o simples banalidades de algunos actores políticos.

    Este fin de semana, han circulado imágenes de las reuniones celebradas por el PRI-Veracruz rumbo a su Asamblea Nacional. Lo primero que se observa es la presencia de pocos, casi nadie de los políticos que se han forjado en ese partido y que les ha dado todo. De entre ellos, solo Héctor Yunes Landa, acude, como lo hace de manera regular, a los llamados de su partido, de ahí en fuera, no se ven los expresidentes, exsenadores, exdiputados federales, exdiputados locales, exalcaldes, exsíndicos, exregidores y exfuncionarios públicos que han sido beneficiados en una y otra administración.

    Otro detalle que destaca es la actitud triunfalista, arrogante, egocentrista de la actual secretaria general y diputada federal Lorena Piñón que, además, repetirá en la curul como si en realidad tuviera méritos. Dicen algunos de los asistentes, que su forma de conducirse es tan sobrada que pareciera que Adolfo Ramírez Arana, el que firma como presidente, fuera un subordinado suyo, porque hace notar más voz de mando que el Fofo.

    Aquí, en este espacio, en varias ocasiones hemos referido que la Piñón no gana una elección ni en su municipio, pues San Rafael por tres periodos continuos ha sido ganado por el PRD y, lo peor, por una sola familia: primero ganó papá Lagunes, luego hijo Lagunes y después, otra vez papá Lagunes.

    Además, si se le pregunta a cualquier militante del PRI por los méritos partidarios de esta diputada, seguramente, no habrá quien pueda dar una respuesta acertada, así que mejor ni preguntarle a un ciudadano no priista, porque no sabrá ni de quien se le está hablando.

    Pues bien, la “entusiasta” presencia de algunos militantes, la nula asistencia de priistas notables y la ausencia de un verdadero liderazgo, son el resumen de lo que actualmente es el PRI en Veracruz, cuyos dirigentes muestran que la elección del 2 de junio, es una lección no aprendida…

    Del nacional, el de “Alito”, ni qué decir… cada día y en cada paso, muestran a un PRI cansado, entumido y con un sinnúmero de alergias y reúmas que indican que está necesitado de una terapia funcional y que requiere, con urgencia, una cirugía a corazón abierto, para ver si hay alguna manera de retomar el rumbo perdido por no voltear la mirada hacia sus bases y hacia la ciudadanía en general, a la que nunca quisieron ver de frente y menos tomar en cuenta para candidatura alguna, las que, como siempre, quedaron en manos de los siempre.

    En resumen: en el nacional, como en el estatal la elección del 2 de junio es una lección no aprendida.