Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
Mientras el Partido de la Revolución Democrática es un muerto viviente y el Partido Revolucionario Institucional busca salir a flote a como dé lugar, el Partido Acción Nacional intenta cerrar filas para el futuro inmediato.
Hace una semana, el PAN llevó a cabo su Consejo Nacional y de entrada reconocen que algo está fallando, más allá de factores externos.
Los panistas admiten que la reducción de votos del partido comenzó desde hace más de 20 años, a partir de 2003, pero la mayor pérdida de estos fue de 2006 al 2012, año en que pierden la presidencia de la República.
Aunque no dejaron de denunciar que en el caso del proceso electoral de 2024, los resultados se debieron a diversos factores, “principalmente porque fue una elección de Estado, una elección absolutamente inequitativa con la permanente intervención del gobierno y en algunas regiones, del crimen organizado”.
Sin embargo, señalan, lograron resistir a la peor regresión autoritaria y populista del país, alcanzando una votación muy parecida a la obtenida en el 2018.
Para sus malquerientes, tanto externos como internos, los comités estatales lanzan un mensaje: seguirán unidos con su dirigencia nacional y aseguran que asumirán el compromiso de “corregir” todo aquello que deba corregirse.
Lo que buscan, indican, es presentarse de manera más empática, competitiva y atractiva ante la sociedad.
Y enviaron un segundo mensaje: no se van a dividir ni por presiones de afuera ni por presiones de adentro del partido.
Por cierto, en el Consejo Nacional, por unanimidad, aprobaron la creación de dos comisiones.
Una que tendrá por objeto analizar con mayor profundidad y de manera objetiva, afirman, los resultados de esta y de las últimas elecciones, para hacer propuestas concretas de mejora para el partido, que reorienten las acciones, esfuerzos y recursos en la vida interna de Acción Nacional y sobre la conducción de sus gobiernos y grupos parlamentarios; la segunda será una comisión responsable de convocar al proceso de renovación de la dirigencia nacional.
Mientras en Acción Nacional tratan de cerrar grietas y fortalecerse con miras a los procesos electorales venideros, como el caso del estado de Veracruz donde en 2025 se renovarán las alcaldías, en el horizonte inmediato no se observa un escenario favorable para los demás partidos opositores cuyos conflictos internos han provocado que casi desaparezcan y dejen de ser una opción real para el electorado.
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