Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
El Frente Cívico Nacional (FCN) plantea la creación de un nuevo partido político y para ello sus integrantes realizarán una gira por todo el país para hacer una consulta a la población que concluiría a finales del mes de noviembre.
En el discurso se escucha muy bonito. Sus representantes señalan que se tiene que construir un sistema de partidos por “el bien de la República y de la democracia”.
Además, en la conformación de este nuevo instituto político se plantean dos aspectos centrales: primero, que quienes aspiren a dirigirlo no puedan ser candidatos a nada, como sucede hasta el día de hoy, donde sus dirigentes y su círculo cercano se reparten los cargos y las candidaturas.
El segundo punto que se expone es que los candidatos deberán ser elegidos en elecciones primarias, es decir, que sean los ciudadanos quienes decidan y no las cúpulas partidistas.
De acuerdo con lo expuesto por el Frente Cívico Nacional, lo que se busca es regresarle a los ciudadanos y a los militantes “áreas de resolución definitiva”.
En el discurso exponen que no se trata de que se acomoden políticos, sino de enfocarse en causas, como por ejemplo, la seguridad pública, el medio ambiente, la salud, la educación, etcétera.
La necesidad de crear un nuevo partido político, consideran, es porque los ciudadanos y sus problemas son absolutamente ignorados por la clase política.
Además de que los institutos políticos están enfrascados en sus propios conflictos internos y la gente sólo observa quién vence a quién.
El reto es, entonces, encontrar los mecanismos que permitan recuperar la confianza de la población, de los potenciales electores.
Asimismo, buscan que el partido sea un instrumento, una organización de interés público, de manera que se logre poner por delante el interés de la gente.
El Frente Cívico Nacional establecería lo anterior en sus estatutos, de manera que fuera obligatorio, lo que, en teoría, permitiría que los ciudadanos confiaran en un espacio en donde pueden hacer política, plantear sus temas y que el partido se convierta en un instrumento de conducción de sus inquietudes.
Hay que recordar que la Ley General de Partidos Políticos establece que los nuevos partidos podrán constituirse hasta el mes de enero del año que sigue a la elección presidencial.
Ya se verá cómo avanzan y, sobre todo, habrá que ver quiénes serán sus dirigentes e integrantes. No vaya a ser que se vean caras conocidas de los partidos tradicionales que ante su posible hundimiento salten al nuevo barco.
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