Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
En el Ayuntamiento de Ayahualulco, zona controlada por los hermanos caciques Morales Rosas, continúan las irregularidades financieras y administrativas, sin que el Congreso del Estado ni el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) hagan algo al respecto.
Tan solo de la cuenta pública correspondiente al ejercicio fiscal 2023, el alcalde José Arturo Morales Rosas tiene observaciones por comprobar por 20 millones de pesos y las autoridades fiscalizadoras poco hacen por resolver esta situación.
El asunto del manejo de los recursos públicos se enrarece todavía más porque hay gastos por cientos de miles de pesos que son reportados como ayuda social pero no se reflejan en la realidad.
De esta manera, el presidente municipal, reporta, mes con mes, apoyos sociales entre 450 mil y 680 mil pesos, pero no se observa en el bienestar de la población.
Otro ejemplo. Los habitantes llevan tiempo solicitando apoyo con unidades para atender emergencias médicas o incluso para recibir seguridad, pero nunca se encuentran disponibles.
Es más, también se carece hasta de combustible para mover las unidades, pero los reportes de gastos cada mes son por cientos de miles de pesos.
El regidor Iván Edilberto Munguía Vargas hace todas estas denuncias, pero ni los diputados ni el ente fiscalizador ha dado puntual respuesta para atender y sancionar estas irregularidades que datan desde hace varias administraciones.
Como se recordará, José Arturo Morales Rosas es el tercer hermano que gobierna Ayahualulco. Primero estuvo Abundio y luego Filiberto.
Ahora que se avecinan las elecciones municipales del próximo año, los hermanos ya preparan el camino para dejar a otro de los suyos, quien podría ser una hermana, si es que la paridad de género se decide en ese lugar.
La población que vive en extrema pobreza y que solo ha visto cómo se enriquecen los hermanos Morales Rosas se pregunta hasta cuándo se permitirá el cacicazgo familiar. Ya se verá en 2025.
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