Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
El conflicto por la invasión de tierras en la zona conocida como Jinicuil Manso o Sierra Alta en el municipio de Coatepec parece no tener fin y las autoridades incurren en omisiones.
El caso al que los medios de comunicación le han dado puntual seguimiento sigue estancado, empantanado.
Además de la invasión a terrenos que tienen dueños, el problema se agrava por el daño a la flora y fauna de la zona, así como a los afluentes. De acuerdo con la información, ya se han talado árboles y se están contaminando riachuelos.
Han pasado los años y las autoridades de los tres órdenes de gobierno no han podido o no han querido resolver el asunto con base en la ley.
La presencia de decenas de personas que se encuentran ocupando de manera ilegal dicha zona pone en grave riesgo el ecosistema regional, además de la generación de agua que requiere la población no sólo de Coatepec, sino también de Xalapa.
De acuerdo con integrantes del Frente Cívico Nacional, capítulo Veracruz, de aquella región proviene el 40 por ciento del líquido que abastece a la ciudad capital.
Las autoridades estatales se han lavado las manos al señalar que se trata de un asunto judicial; así han transcurrido los años, prácticamente un sexenio y el conflicto se mantiene.
¿Hay personajes políticos inmiscuidos? ¿Hay intereses de por medio?¿Cuáles son esos intereses? Son las interrogantes que surgen, porque de otra manera no se entiende el desinterés de la autoridad federal, estatal y municipal.
El riesgo que ven las organizaciones ciudadanas es que se afecte profundamente la zona con la tala inmoderada, se extingan especies y, sobre todo, se deterioren las “fábricas de agua”.
Este caso es otro ejemplo del desinterés del gobierno de Veracruz que encabeza Cuitláhuac García Jiménez y por el que también será recordado al no atender las demandas de la población.
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