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    Miguel Valera
    Contraseñas

    Pescadores de la comunidad de Camaronera en el municipio de Alvarado lanzan un grito de auxilio a las autoridades de los tres niveles de gobierno. Apenas salieron de la veda del camarón —y aún así el producto es muy escaso— y ahora se abrió la veda del robalo. Además, enfrentan problemas con una especie de medusa o “agua mala”, que se pega a sus redes con su consistencia gelatinosa, alejando las especies marinas para su captura.

    Alfredo Fernández Carmona y Lucio Pérez Vidaña, dos pescadores de este cuerpo de agua ubicado en la carretera federal 180 entre Salinas y Arbolillo, antes de la cabecera municipal de Alvarado, piden apoyo a la presidenta municipal Lizzette Álvarez Vera, al gobernador Cuitláhuac García Jiménez a través de su Secretario de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca, Evaristo Ovando Ramírez y a la Representación de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural federal en la entidad veracruzana.

    “La pesca ha venido de más a menos desde hace mucho tiempo. La pesca viene muy jodida de cuatro o cinco meses atrás. La del camarón esta super mala. Aquí siempre tenemos un poquito del todo. Se abrieron los tubos del canal que era la problemática de la pesca del camarón, porque pasa mucha larva y se cría. Pensábamos que iba a ver un poquito más y la verdad ha estado muy escasa la del camarón”, nos dice Alfredo Fernández Carmona.

    “Hacemos un llamado a las autoridades para que nos apoyen con algo porque la cosas esta triste y fea. De esta actividad productiva dependemos unas 200 familias. No hay otra actividad de producción en este lugar. Nos dedicamos a pescar camarón y jaiba, pero todo está muy escaso. Lo único que ha reproducido un poco es la lebrancha de escama dulce”, asevera.

    “La lebrancha es un pez de cuerpo robusto con grandes escamas, alcanza tallas de 30 cm con un peso aproximado de medio kilo, su carne es ligeramente oscura, puede encontrarse en las proximidades o interior de puertos, en playas arenosas o rocosas de poca profundidad, nadando en bancos en lagunas y desembocaduras de ríos. Consiguen vivir en aguas salinas, hipersalinas e incluso agua dulce”, refiere la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en su sitio web.

    Lucio Pérez Vidaña, también habitante de Juana María Camaronera, socio de la “Cooperativa Camaronera”, comenta que tenían mucha fe que al concluir la veda del camarón, la producción pesquera aumentara, “pero desgraciadamente ha venido a menos”.

    “En vez de que haya más, ahorita hay menos; abrieron el canal que era una ilusión que teníamos, pero no se ha visto mucho la reproducción”, comenta. Añade que por ahora también están batallando con una especie de medusa o “agua mala”, que se pega a sus redes con su consistencia gelatinosa, alejando las especies marinas para su captura.

    “Eso da mucha guerra, se lleva abajo las redes, no nos deja pescar. Puede ser que camarón si haya, pero no deja que amalle (sic) porque desgraciadamente nos lleva a pique la red”.

    “Es una agüita clarita (agua mala) eso cuando se deshace en el bote es como una suciedad. Quien sabe a qué se debe eso. En una red de cuatro puntas también sale. Es chica, pero se embasura”.

    “Nosotros pescamos camarón, jaiba. Ahorita lebrancha, pero está a bajo precio, la compran a siete pesos, muy barata”.

    —¿Qué les pedirían a las autoridades?

    “A ver de qué manera nos ayudan, porque de verdad la estamos pasando difícil. Unos estamos pagando motores y otros así. Ya uno no está de edad, no nos da para mucho trote, pero ahí estamos. Esperamos en Dios ser escuchados y cualquier ayuda sería con mucha fe recibida”, concluye.

    No dudamos que la presidenta municipal Lizzette Álvarez Vera escuche la solicitud de estos pescadores necesitados. Hace apenas algunas semanas en algunos medios de comunicación habló de los trabajos realizados en los dos tubos que conectan la laguna de Camaronera con el mar del Golfo de México. Esta obra permitió la interacción con la salinidad y por ende la producción de camarón en el cuerpo de agua.

    “Ya se nota. La pesca es diferente. Los pescadores que pescaban medio kilo o un kilo ahora están pescando cinco o seis kilos en una noche. Ya está repuntando la producción pesquera”, dijo. Sin embargo, sus palabras contrastan con la realidad, con la voz de los propios pescadores que están batallando hoy en día con esta actividad productiva y que lanzan un SOS, un grito de auxilio a las autoridades de los tres niveles de gobierno. Esperemos que sean escuchados.

    @MValeraH