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    Fanny Yépez

    La Columna

    El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sepultó al Partido de la Revolución Democrática (PRD), Instituto que en 1989 fue fundado por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

    Aunque los dirigentes del PRD rascaron con todas su uñas para rescatar votos y lograr el tan ansiado 3 por ciento, y con ello mantener con vida al Sol Azteca,  no lo lograron, y sucumbieron ante la decisión inapelable del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), órgano que ratificó su sentencia, que fue la de desaparecer al citado Partido Político.

    Esa sentencia del Tribunal Electoral ratificaron oficialmente la muerte del PRD, que ya atravesaba por una crisis provocada por una desbandada de militantes ante el avance imparable del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), que creo Andrés Manuel López Obrador y que se presenta como la alternativa más a la izquierda de la formación perredista, aliada desde hace unos años con el vetusto PRI y el conservador Acción Nacional.

    El PRD le había apostado en que se iban anular varias casillas, y que la  autoridad electoral iba a ordenar el recuento de votos, y dicha situación les favorecería, pero lastima esto no ocurrió, y el PRD sucumbió ante decisión del Tribunal Electoral.                

    Tras 35 años de existencia desaparece el PRD,  que fue fundado el 5 de mayo de 1989 en México. Surgió como una coalición de diversas fuerzas políticas y movimientos sociales, entre ellos el Partido Mexicano Socialista (PMS) y ex miembros del Partido Revolucionario Institucional (PRI) descontentos con las políticas de este último. Su creación fue impulsada principalmente por Cuauhtémoc Cárdenas, quien también fue su primer candidato presidencial.

    El PRD se posicionó como un partido de izquierda, abogando por la justicia social, la democratización del país, y la defensa de los derechos humanos. En su historia, ha experimentado un crecimiento importante, llegando a gobernar la Ciudad de México y varios estados del país, además de tener representación significativa en el Congreso.

    En sus 35 años de historia el PRD perdió la mística de su doctrina y su ideología se dejó dominar por la derecha y ahí fue cuando se disipó su esencia izquierdista. Su ideología basada en el Keynesianismo, Socialdemocracia y  Centro izquierda, y su lema es «¡Democracia ya, Patria para todos!» se extinguieron.     

    Hay que hacer mención que desde su fundación el  PRD  fue con una ideología política de izquierda. Esto es la búsqueda de la igualdad o equidad en todos los ámbitos de la vida social humana. Ya sea en las oportunidades económicas, sociales, políticas, educativas y étnicas de las personas, y los grupos humanos, pero también en la libertad de decidir sobre cualquier forma de pensamiento. Sobre todo, en el tener la sensibilidad de entender y luchar por los grupos sociales que menos recursos tienen para desarrollarse y vivir en libertad. Es decir, que su ideología se centra en la defensa de los derechos de las personas y el de la soberanía de la nación.

    El PRD fue desapareciendo poco a poco, por la desbandada de militantes que en su mayoría se adhirieron al Movimiento de Regeneración Nacional, desde hace varios años, senadores, diputados federales, locales y presidentes municipales fueron renunciando al Partido amarillo, mostrando su inconformidad por el entreguismo que revelaban sus líderes ante los partidos de la derecha.

    En resumen fueron los mismos líderes perredistas los que iniciaron,  provocaron e incentivaron la extinción de este partido, por lo tanto no tienen ninguna razón en buscar culpables de su debacle.