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    Julio Vallejo

    La delgada línea entre mi opinión y la tuya

    Los aromas del mundo tienen un significado, son parte de una ceremonia y representan una expresión en nuestra imaginación. El ser humano es capaz de recordar hasta el 35 por ciento de lo que huele, esto debido a que las moléculas transportadas por el aire viajan a través de los bulbos olfatorios para crear nervios craneales de olfato. El cerebro interpreta los diferentes impulsos como un olor distinto, activando la memoria olfativa y evoca los recuerdos vividos de una persona.

    En mi infancia tuve mucho acercamiento a la vainilla; recuerdo que mi madre le ponía unos pequeños sobres al guarda ropa y cada vez que me ponía mi vestimenta, el aroma de esta flor negra se esparcía por mi cuerpo dejando una sensación de relajación y felicidad, como cuando ella me abrazaba; así como también me llega a la mente aquellos licuados de plátano con vainilla hechos por la mañana antes de ir al colegio. Quien diría que años más tarde inconscientemente o no, compraría unos aromatizantes en aerosol para el hogar del mismo olor, son tantos los productos que se pueden preparar con esta flor, que con el solo hecho de pensar en su extinción, mi ser ipsofactamente se vuelve inoloro.

    La vainilla proviene de una delicada orquídea y tarda alrededor de tres años para llegar a la cosecha, sólo se da en una franja muy estrecha del mundo y por suerte la tenemos a varios kilómetros cerca de nuestra querida Xalapa, en la región del Totonacapan: la flor negra, mejor conocida como vainilla es una orquídea endémica de México que se ha cultivado desde tiempos prehispánicos; sin duda alguna, este magnífico olor nos hace conectar con el mundo del pasado.

    La flore negra en el país está en peligro de extinción, la inseguridad, el cambio climático y la falta de apoyos por parte de los tres niveles de gobierno, han perjudicado a los productores para el cultivo y conservación de este maravilloso aromático y sus derivados, los cuales nos hacen vislumbrar su ausencia día a día.

    El aroma y sabor que salió de México y se expandió por todo el mundo está a punto de esfumarse, tal vez por no darle la importancia y el valor que se merece; esperemos que cuando deje de existir no extrañemos a esa invaluable flor negra.