Fanny Yépez
La Columna
La frase «Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz» es atribuida al político mexicano Benito Juárez. La pronunció el 15 de julio de 1867, poco después de su triunfo en la Ciudad de México, tras la derrota del Segundo Imperio Mexicano.
Esto quiere decir que hay que aprender a vivir junto con los demás en una cultura de paz, respetando los derechos de los demás y, sobre todo, respetando todas las formas de vida sobre el planeta.
Este apotegma juarista se interpreta también como; respeto a la opinión ajena, respeto a discernir, respeto a la diferencia. Frente a un problema, con seguridad que habrá más de una solución, por lo tanto ahí es donde se debe evidenciar esta virtud que acompañada de un franco diálogo y comunicación clara permitirá proponer alternativas.
Es sumamente necesario recordar que en el año 2007, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), estableció el 15 de septiembre como el Día Internacional de la Democracia, como una forma de exaltar la importancia universal de que los pueblos decidan, de manera libre, sus propios sistemas políticos, económicos, sociales y culturales, así como su plena participación en todos los aspectos de sus vidas.
El ejercicio de la democracia es el que mejor refleja los hábitos y costumbres cívicos de una sociedad, en la actualidad, esta práctica reclama la procuración de una experiencia política en la que la ciudadanía ejerza su derecho y tenga los conocimientos para tomar mejores decisiones.
La democracia es considerada como una forma de gobierno justa y conveniente para vivir en armonía. En una democracia ideal la participación de la ciudadanía es el factor que materializa los cambios, por lo que es necesario que entre gobernantes y ciudadanos establezcan un diálogo para alcanzar objetivos comunes.
En ese sentido, solamente con la participación efectiva, la voluntad, así como con la sinergia entre los tres órdenes de gobierno y la sociedad la democracia se puede tornar en una realidad ideal.
Luego de esta exposición podemos establecer que estamos en todo derecho de exigir absoluto respeto a nuestro libre albedrio que es la capacidad de los seres humanos para tomar decisiones de forma autónoma y elegir entre diversas alternativas. Es una creencia filosófica que implica que las personas tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones, sin que estas estén determinadas por causas previas o por intervención divino.
Por todo ello y más, el gobierno de México está en su derecho de rechazar políticas injerencistas e intervencionistas. Ninguna nación o gobierno del mundo puede dictar línea sobe como deben gobernar otros países.
Precisamente el Ministerio de Exteriores de China llamó a Estados Unidos a abandonar sus políticas de “intervencionismo” en América Latina, en respuesta a una pregunta relacionada con la polémica entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el embajador estadunidense Ken Salazar, quien cuestionó la reforma judicial que impulsa el gobierno mexicano.
“Instamos a Estados Unidos a descartar la desfasada Doctrina Monroe y el intervencionismo lo antes posible”, dijo el vocero Lin Jian en una conferencia de prensa en la que fue cuestionado sobre diversas controversias recientes entre Washington y países latinoamericanos.