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    Brenda Caballero

    Números Rojos

    Entre “rais” y aventones por fin estaba en Reforma, allá en la Ciudad de México, pues aunque usted no lo crea, esta reportera siempre está en los “mejores eventos”. Bueno, acá entre nos, en algunos, donde nos invitan, en los demás, pues … nos colamos.

    Pero a ése no podía faltar. Tenía que estar presente en la instalación de la próxima Cámara de Senadores.

    ¿Llegará Miguel Ángel Yunes Márquez? No sé usted, pero de mí se apoderó el morbo, y allí me tiene directito al Senado para ser  “testiga” de su protesta.

    Moreno, morena, moreno, morena, morena, del verde (digo, moreno), un azul!, y allí estaba el famoso Chiquiyunes bien trajeado, con sonrisa de oreja a oreja, 

    -¡Miguel Ángel!, oiga aquí, ¡Senador!, oiga ¿Puedo hacerle unas preguntas? Vengo desde Veracruz.

    -¡Qué! ¡Quién eres tú que me estás persiguiendo! ¡Ya ni en el Senado estoy a salvo de la persecución política!

    -No, no, no! yo no lo estoy persiguiendo, bueno, sí, pero estoy persiguiendo la noticia, y usted es noticia.

    -De seguro eres de las reporteras amarillistas, mira que decirme Noticia, ¿pues qué querías, verme encerrado? ¡Reportera Molécula!

    -¡Óigame! Yo no me llevo así con usted, ¡pues qué le pasa!

    -Más respeto que soy tu Senador. ¿Pero a qué has venido?

    -Pues a que me cuente sus secretos, ¿Cómo le hizo para llegar al escaño?

    -¡Pues Camina Conmigo!

    -Ése era el lema de su campaña.

    -Por eso  ¡Llegué por el voto del pueblo!

    -Oiga, pero esa es frase morenista ¿O acaso pactó algo? ¡No me diga que usted es el voto que les falta para tener mayoría?

    -¡Qué pasó! ¿Me viste cara de yucateco? 

    -Pues no, ¡pero qué bombazo echó en Veracruz con su supuesta orden de aprehensión! 

    – Eso era persecución política, pero ya pasó. Es más, no hablaré de temas de partido, ni de temas personales.

    -Coincido. Con respecto a su salud. ¿Quién le hizo el milagro, que lo veo bastante bien de su columna y de todas dolencias que le aquejaban?

    -Se dice el Milagro, no el Santo.

    -¿Qué dijo?

    – Que milagrosamente estoy aquí, para colaborar con los gobiernos estatal y federal. Para luchar por los veracruzanos  y al servicio de todas las causas nobles. Siempre tendrán mi mano extendida.

    -¡Voy! ¡Voy! como que no le creo lo que dice. Ahora entiendo el delito de falsedad.

    -¿Qué dijiste reportera molécula?

    – Que no extienda tanto la mano, en una de esas le hacen manita de puerco.

    *Entrevista ficticia con la única intención de devolverle al Pueblo la emoción del humor y la risa.

    correo:caballero_brenda@hotmail.com

    Twitter: @NumerosRojos_BC