Mi voto como priista es en contra de la reforma al Poder Judicial, porque no puedo validar una reforma que violenta la justicia, que atenta contra los derechos laborales, porque las figuras que están creando tendrán de rodillas a los otros poderes, y porque no seré responsable de que mi país y mi estado extrañen el imperio de la ley por haber matado el estado de Derecho”, expresó el diputado local, Marlon Ramírez Marín.
Durante su participación en la Sesión Extraordinaria de la LXVI Legislatura del Congreso Local en su segundo periodo extraordinario, expresó que se siente orgulloso y comprometido con la juventud mexicana que se ha manifestado para defender la justicia en el país, las instituciones que la procuraron mediante un sistema que se fue perfeccionando en su autonomía durante años, y la división de poderes que configuraban nuestra república.
Respaldó la postura de los estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana y de la Universidad Cristóbal Colón, “porque tienen razón, en esta reforma no se plantearon las bases necesarias para un avance en el acceso a la justicia a todo el pueblo de México como se pregonó, ni la anticorrupción, ni la impunidad, al contrario, es un retroceso a nuestra libertad judicial, en la división de poderes y en derechos humanos.
Afirmó que, concuerda con la postura de jóvenes estudiantes de las distintas universidades del país, públicas y privadas, que reprobaron la posibilidad de que el Ejecutivo influya en la designación de jueces, porque eso compromete la imparcialidad del sistema judicial, permitiendo que las decisiones se alineen con intereses políticos.
De igual forma, porque la reforma no ha sido producto de un debate suficientemente amplio e inclusivo, y se ha ignorado la voz de los expertos, académicos y sectores directamente afectados, como los propios jueces, abogados y estudiantes de derecho.
“Me dediqué a escuchar las inquietudes de mexicanas y mexicanos que se manifestaron en las calles estas últimas semanas, estudiantes, pasantes de derecho, practicantes, notificadores, trabajadores del Poder Judicial Federal y estatal, del clero, de los empresarios, de las calificadoras, de los embajadores, de las amas de casa y de los abogados de barandilla que como yo litigan en tiempos de no ejercicio de algún cargo público”.
Y agregó: “concluí que cuando hay amenazas consolidadas, tenemos que ir congruentes en una sola dirección, para mantenernos cohesionados e ir con la alternativa opositora a la destrucción de nuestra democracia, así lo demostró la bancada del PRI en el Senado y en la Cámara de Diputados, a quienes desde aquí reconozco y agradezco su convicción con nuestra república”.
A los jóvenes estudiantes manifestantes les dijo: “es momento de que no cesen en involucrarse directamente en el proceso legislativo y en la movilización social, para defender a las nuevas generaciones de los rencores de sus gobernantes y sus legisladores, porque de nada le sirve a México legislar con rencor y revanchismo al pasado, sino que debemos esforzarnos porque los jóvenes tengan un mejor futuro, y acompañarlos en esa lucha”.
Puntualizó que pese a quien le pese, durante los próximos seis años se seguirá escuchando la voz de la oposición responsable que hoy representa el Revolucionario Institucional; “que lo entienda bien el poder, que le quede claro al poder. Nosotros, en el Legislativo, somos un Poder, no somos empleados del poder”.