Inocencio Yáñez Vicencio
Todos los que escriben o comentan por alguna medio impreso o electrónico, los leo con atenciones y respeto. Sin embargo, como es natural y obvio que cuando nos referimos al concepto de dictadura, parece que no todos hablanos de lo mismo, por lo que con toda humildad, extraigo algunos fragmentos de las autoridades más reputadas sobre el tema, que pueden ayudarnos a iluminar el camino. Yo siempre he dicho que nadie sabe más que nadie. La diferencia está entre quienes acuden al saber y quienes no. Poco veo los diccionarios, pero a partir de que veo que se usa indistintamente dictadura y tiranía, acudi a la Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales, que sacó la editorial Aguilar en 1971, donde colaboran los gigantes del pensamiento político y no me resolvió este enredo. Menos otros manuales. Con Nicola Abbagnano, localicé la voz tiranía. Donde reconiendo acudir es al diccionario de política, que coordinan Norberto Bobbio, Nicola Matteucci, Gianfranco Pasquino. En la edición de tres volúmenes ( después lo editaron en dos, integrando el suplemento), de las páginas 553 a la 566 está explicado ( y no me refiero a lo que vulgarmente entendemos por explicarse sino a la relaciones entre variables ), aclarando de manera plausible el fenómeno que con este concepto se quiere abarcar, con la debida abstracción y sistematización, dado que lo particular siempre será más rico que lo general. Con ello quiero precisar que más o menos elementos , no invalidan este trabajo, por lo cual puede ser útil a todos aquellos que tienen vergüenza y no se conforman con una simple ocurrencia.
Este concepto lo trabaja Mario Stoopino, quien prácticamente empieza diciendo qur entre los siglos V y III antros de Cristo, se llamaba dictadura a una institución de la cual se hacía uso en momentos de crisis y que no duraba más de seis meses. » Los poderes del dictador eran amplísimos: ejercía el pleno mando militar; los cónsules le estaban subordinados; sus actos no eran sometidos al intercessio de los tribunos; gozaba del jus adicendi y, por duración del cargo, sus decretos tenían valor de ley; contra sus sentencias penales el ciudadano no podía apelar. Sin embargo, no eran poderes ilimitados: el dictador no podía abolir o cambiar la Constitución, declarar la guerra, imponer nuevos impuestos fiscales a los ciudadanos romanos, y no tenía competencia en la jurisdicción civil. No podía durar más de seis meses…»
Era una suspensión temporal de su orden constitucional, para preservalo. Debía, al finalizar, rendir cuentas el dictador. Era una institución para defender la República, por eso, nada tiene que ver con ella las experiencias de Sila ( 82 antes de C.) y de Julio César ( 48 y 46); que sólo llevan ese nombre.
El autor de este texto nos dice que : » La democracia moderna es profundamente diferente a la romana… El punBdexcepcional y temporal; la dictadura moderna, una forma de Estado normal y permanente».
Nos recuerda el que suscribe esta explicación, a propósito de la dictadura en el pensamiento marxista, para quien toda forma de dominación es una dictadura. Dictadura burguesa o dictadura del proletariado, que: » Este punto fue aclarado con particular nitidez por Norberto Bobbio. Si aceptamos llamar dictadura de la burguesía a cualquier régimen donde la clase burguesa es la clase hegemónica, debemos pues admitir que esta dictadura puede ser ejercida en dos formas muy diferentes: con una forma de gobierno liberal- democrático y con una de tipo antiliberal y antidemocrático, a la cual solamente el lenguaje político común reserva el término específico de dictadura. Algo análogo podría decirse de la dictadura del proletariado «. En muchos debates con los teóricos del marxismo, el fiero, como lo califica uno de sus biógrafos, de Norberto Bobbio, salio bien librado y respetado por sus adversarios. Ni con ellos ni sin ellos decía el profesor de Turín. Quien quiera saber más acerca de este tópico que lea: Sobre la Dictadura del Proletariado de Etienne Balibar.
En cuanto a las características fundamentales de la dictaura, explica el autor la palabra : «… emergen tres caracteres fundamentales de la dictadura en su significado moderno: la concentración y la limitación del poder; las condiciones políticas ambientales constituidas por la entrada de grandes sectores en la política y por el principio de soberanía popular; la ilegitimidad o precariedad de la legitimidad. En relación con la concentración del poder, me limito a recordar que ella puede hacer jefe a un sólo hombre o a un pequeño grupo de hombres…El gobierno dictatorial no está frenado por la ley, está por encima de ella y traduce en ley su propia voluntad. Aún cuando son mantenidas o introducida normas que salvaguardan nominalmente los derechos de libertad, o limitan en cambio el poder del gobierno, estas reglas jurídicas son un velo exterior, con escasa o ninguna eficacia real, que el gobierno puede desobedecer con discreción más o menos absoluta «.
» Concluyendo, puede resumirse el análisis desarrollado en las siguientes propuestas de definición: la dictadura es un régimen político en el que el poder está concentrado en un sólo hombre o en un pequeño grupo de hombres y se ejerce por encima de la ley y sin límites o de todas formas sin límites estables, cuyo ambiente está constituido por un grupo incipiente, moderado o avanzado de participación política del pueblo y por la afirmación de facto o virtual del principio de soberanía popular, y que, transmitiendo la autoridad política desde arriba hacia abajo, es ilegitimo o dotado de una legitimidad mediata y precaria, que no es capaz de regularizar un procedimiento aceptado de sucesión del poder».
La tiranía se refiere sólo a un modo de ejercer el poder. Por eso dice Mario Stoppino: » En este sentido también un monarca legítimo puede ser un tirano si ejerce el poder en modo arbitrario y violento». Es decir para ser un tirano no es necesario desmontar los poderes, basta que abuses de tus potestades y hagas uso indebido de la violencia para que estemos frente a un tirano.
Si estamos frente a un gobernante que manda al diablo las instituciones, que declara » a mi no me vengan con eso de que la ley es la ley, que en lugar de asumirse como jefe de Estado, gobernar para todos, se dedica todos los días a difamar a sus adversarios y a exaltar a sus correligionarios, que destruye al poder judicial, que demanda penalmente a los diputados que votan contra las iniciativas del Poder Ejecutivo, que agrde y hasta quema simbólicamente a los ministros que lo cuestionan, que desaparece todos los órganos autónomos, que presionan y persiguen a los diputados y senadores para que voten por las iniciativas del gobierno, que no le rinde cuentas a nadie, que adjufica directamente todos los contratos importantes de servicios y compras, que, como en SAGALMEX, se reconoce el hurto pero no se castiga, que reprime a los ciudadanos pero se rinde ante los criminales, donde las elecciones de Claudia y Rocio, son un trámite, porque Guadalupe Taddei, presidente del INE y los magistrados del TRIFE, tienen credencial de Morena y obedecen al presidente, donde a los caprichos del presidente no se le puede cambiar ni una coma, donde el titular del Ejecutivo creo su guardia pretoriana y convirtió al Ejército Mexicano en su ejercito, colocando bajo su mando Puertos, Aeropuerto, Aduanas y calles, donde los medios de comunicación hacen purgas a placer del gobierno…Dígame. Usted, respetable leector, ahora que tiene los elementos para juzgar objetivamente ¿ Estamos ante un simple abuso y empleo de la violencia como para llamar tiranía a este gobierno o nos encontramos ante un grupo que ha desmontado las instituciones de contrapeso y rendición de cuentas, que pasa por encima de la ley , ley que convierte en facciosa con nayorias fabricadas a modo, como toda dictadura ?
Tal vez la obsesión de Amlo, de heredar el poder a su hijo Andy, no asemeje esta dictadura a las tradicionales, pero si a la de Corea del Norte.
En fin , usted dirá, pero Morena ha demolido la República y la democracia y en su lugar levantado un régimen sin equilibrios y sin libertades.
Para mayor información tenemos: La dictadura . Libro escrito por el asesor jurídico de Hitler, el profesor Carl Schmitt. Los Elementos de Teoría Política. Contienen una buena explicación de este término.