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    Julio Vallejo
    La delgada línea entre mi opinión y la tuya

    Neta, neta yo sé lo que es el barrio, tuve dos caminos y me fui por el camino correcto, palabras de Luis Ronaldo “Lazy Boy” Rodríguez, peleador profesional de artes marciales mixtas, quien pasó la mayor parte de su vida en Coatzacoalcos, Veracruz, siendo originario del estado vecino de Chiapas.

    ¿La infancia es la que termina desarrollando el futuro del niño? Lazy boy es el mejor ejemplo de resiliencia. Vendió gelatinas en la calles para ayudar económicamente a su madre, no tenía para comer ni donde dormir, fue albañil, tuvo drogas y armas en las manos que auguraban un futuro próspero; por fortuna, escuchó antes el campanazo y las mandó a la esquina contraria del crimen organizado de un nocaut, y es ahí donde empieza su vida como atleta de la UFC (Ultimate Fighting Championship) .

    Antes de empezar por el cuerpo empieza por la mente. Y en este sentido, Lazy boy revela que incorporó a su vida las cuatro leyes que tienen los hábitos atómicos de James Clear que consisten en: hacerlo obvio (señal), sencillo (respuesta), atractivo (anhelo) y satisfactorio (recompensa). Asimismo, destaca el que hay que aprender a conocerse a sí mismo y salir de la ignorancia, porque gran parte del éxito es la salud mental.

    México ha tenido grandes boxeadores, caracterizados por ser muy guerreros y muy temidos por los contrincantes, pero ahora pareciera que empiezan a salir gladiadores dentro de las jaulas de la UFC. Esta empresa, es la mayor organización de artes marciales mixtas del mundo.

    El pasado 14 de septiembre, México conquistó Las Vegas tras presentar dos combates extraordinarios que transformaron la noche en una controversia entre los espectadores de la adrenalina de los cuadriláteros; por un lado de la esquina, peleaba por un título más el boxeador Saúl Canelo Álvarez; y por otra esquina del barrio de las vegas, se encontraba Lazy Boy en la jaula buscando su sueño: ganar un cinturón en la UFC. Ambos salieron con la victoria, pero el que se llevó la independencia y el grito de los mexicanos fue Lazy.

    Terminando la lluvia de golpes del primer round de la noche en la UFC; y estando en la silla de descanso, instructores del equipo de Lazy le puntualizan que tiene que mover la cabeza, el peleador inmediatamente contesta: ¡estoy noqueado!, su equipo lo enfría con una bolsa de hielo en la nuca y lo reaviva con palabras de ¡tienes que regresar!, ¡no te des por vencido!, ¡sólo necesitas dar un golpe para terminar con el jamaiquino Ode Osbourne! Como todo un gladiador con hambre, sacó la casta de albañil y de morrillo; para minutos después de ese puñetazo que casi lo deja fuera, escuchar que sueño se había cumplido, los jueces le dieron por decisión la pelea.

    Sin duda alguna, las peleas de la UFC se están poniendo de moda y quitándole reflectores a las de boxeo, ya que aquí sí se buscan a los mejores peleadores del mundo para enfrentarlos; cosa que en el boxeo sólo buscan el dinero y rivales a modo, lo que es una verdadera lástima para la afición. Por último, Lazy boy busca seguirse ganando el cariño de público mexicano, ese que no es cualquier cosa, ya que nada lo tiene contento, ni mucho menos con las peleas ganadas del campeón Saúl Canelo Álvarez.