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    Arturo Reyes González
    Burladero


    La tarde del pasado martes 03 de septiembre el Instituto Nacional Electoral (INE) le dio al partido del sol azteca, el De la Revolución Democrática (PRD), un plazo de 72 horas para que dicha organización política presentara sus alegatos que pudieran modificar lo que, a esas alturas, ya era un mero trámite, para tratar de evitar su desaparición.


    El PRD fue un factor determinante en la alternancia política en México.
    En Veracruz, desde hace ya varios, muchos años, durante el periodo “Franquista” (De Rogelio Franco) dirigiendo los destinos del otrora aguerrido Partido del Sol Azteca, el PRD, el histórico del tata Cuauhtémoc Cárdenas, de Porfirio Muñoz Ledo, de Ifigenia Martínez, Heberto Castillo, Gilberto Rincón Gallardo y lo que son las cosas, Andrés Manuel López Obrador, entre muchos otros personajes de la izquierda mexicana, vivió una de las peores -o mejores- etapas de su trayectoria en el estado de Veracruz, ello depende de quién lo cuente.
    Y es que el entonces dirigente estatal, y hoy expresidiario, Rogelio Franco Castán, originario de la zona norte de la entidad, descubrió que se podía jugar con el instituto político siendo remora y juguete a modo del partido en el poder, con lo que logró que el partido resultara rentable, y así lo fue al menos para sus intereses y de compinches, amigos y familia.
    Franco, el verdadero dueño de la franquicia vendió decenas de candidaturas a distintos puestos de elección popular a lo largo y ancho de la entidad por varios años, sirvió a quien ocupaba el poder -ya fuera estatal o municipal- para ganar o perder en donde le indicaran; una verdadera máquina de hacer dinero que le permitió acumular una gran fortuna y lo llevó a confiarse, tanto que cuando reaccionaron (él y sus compinches), ya debían mucho más de lo que ganaban, por lo que las multas que se le impusieron eran enormes, y eso le pegó al accionar del partido.
    Hoy, a 35 años de su fundación (1989), el PRD atravesó la más dura de sus batallas, lo que derivó en la peor crisis de su historia y su respectiva desaparición.
    En el contexto del juego franquista de “renta”, cual dama de compañía, solo era cuestión de tiempo para que llegara un “padrote”, un macho abusivo y mala paga como lo fue Morena, que lo usó cuando quiso, como quiso, cuando pudo y además no le pagó, por lo que simplemente sucedió.
    Y para que la cuña apriete, ya sabemos, “del mismo palo”; Un tal Andrés Manuel, quien lo conocía muy bien, lo utilizó hasta que se cansó y lo que son las cosas de la vida política, le tocó ser testigo de la colocación del último clavo al ataúd.
    Mientras tanto, ¿qué pasa con lo que queda del partido en el estado de Veracruz?
    El edificio ni lo piense, no haga planes ni pregunte, porque es rentado.
    El único bien que tiene o tenía oficialmente el partido es una casona que se ubica muy cerca del parque de Los Berros, en la calle de Rayón, en Xalapa y nada más.
    Pero, por cierto, hablando de la sede oficial… ¿qué dónde está? Ah, cierto, usted disculpe, en la calle de Estanzuela 42, a media cuadra del parque “Covina” de la avenida “Maestros Veracruzanos”, esto es, entre 20 de noviembre y Maestros Veracruzanos.
    ¿Ya se dio usted una vuelta por ahí? ¿No?, ¿aunque sea de pasada? Pues es lamentable, pero hoy es requisito obligatorio que vaya usted de día, ¿por qué?, ¿espantan de noche? No, lo que pasa es que ¡¡no hay luz!!
    La cortaron ya hace un par de meses.
    Y por cierto, si le debían algo, le sugiero vaya lo más pronto o no va a encontrar ni tazas para el café.
    Pero regresando a la situación; quienes están pagando los platos rotos como suele suceder, son los empleados, algunos de ellos con muchos años de trabajo para el partido, quienes de un día para otro se han quedado fuera del edificio, ya que según dicen, el “INE”, colocó un candado en la entrada del mismo y un par de hojas con su logo, pero extrañamente sin ninguna firma o sello -¿qué raro, no?- que valide sus instrucciones de que no se puede pasar.
    Ya la anterior dirigencia salió a aclarar públicamente que solo llegó hasta el 20 de agosto de este año, lo que da a entender que; lo que queda, la dirección nacional fue quien tomó los recursos que se les entregaban tanto a empleados como a proveedores cada mes.
    “Al menos ya sabemos a quién debemos de dirigir nuestros cobros”, señalan, al apuntar a una tal Alma Rosa Arambula, quien al parecer es la responsable oficial de que desde casi 100 días no reciban un solo peso, y faltan las liquidaciones.
    ¿Será que ese dinero aparezca? Si es así, entonces ¿por qué no se ha entregado como corresponde? Y mientras, los rumores, ya sabe, los pinches rumores, apuntan a que algunos de los viejos directivos veracruzanos, los aliados e incondicionales de Franco, esos sí están recibiendo recursos, dada su añeja relación con las personas del partido en la CDMX.
    Triste escenario en el que termina, mal y de malas el Partido del Sol Azteca. QEPD.
    PD. Mientras tanto, el partido del exgobernador Dante Delgado, Movimiento Ciudadano (MC) vive cambios y en próximos días estará concretando el cambio de su dirección estatal, donde el diputado federal Sergio Gil dará paso a Luis Carbonell.