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    Enrique Yasser Pompeyo

    Mesa de Redacción

    Maquiavelo decía que la traición política es el único acto de los hombres que no se justifica.

    También señalaba que los celos, la avidez, la crueldad, la envidia, el despotismo son explicables y hasta pueden perdonarse de acuerdo con las circunstancias.

    Sin embargo, los traidores, son los únicos seres que merecen siempre las “torturas del infierno político, sin nada que pueda excusarlos”.

    De esta manera, la traición política es uno de los actos más despreciables, execrables, ruines y vergonzosos que se pueda cometer contra otro o contra un grupo político.

    Hay quienes plantean varias categorías de traición. Por ejemplo, el primero y el más importante: Traición al jefe. El poderoso siempre exige lealtad a ciegas.

    Le siguen otras categorías. Traición al partido. Todo político que gana un cargo público se olvida del partido o de los partidos que lo llevaron al poder. Cree que ganó la elección por su carisma, trayectoria y talento. Cree que ganó la elección a pesar del partido y no por él o por ellos. En la patología del poder, siempre se da este padecimiento.

    Traición a los aliados. Los aliados en política duran mientras dura la conveniencia de estar juntos. Hay quienes participan en las campañas, apoyando con recursos y tiempo, esperando futuros favores del político. Solo unos pocos lo consiguen. Los demás se sentirán traicionados por el político y su equipo.

    Pero la categoría más importante es la traición a sí mismo. Todo político cambia con el poder. Se vuelve irreconocible. Se intoxica de soberbia, que a veces quiere disimular con arranques de falsa humildad. La traición a sí mismo es la renuncia a lo que se es.

    Además, hay otros tipos de traición, por ejemplo, la traición a la palabra. El respeto a la palabra es una de las grandes virtudes en política. El político debe tratar de cumplir siempre con su palabra.

    Traición a los amigos. El político suele traicionar a los amigos cuando llega al poder. Hay políticos que olvidan a sus amigos cuando están en el poder.

    Traición a la familia. Es una de las traiciones más frecuentes en la política. El político se envuelve en una agenda agobiante e ilimitada, la agenda del poder y descuida a su familia.

    ¿Cuántos en este gobierno traicionaron a su jefe político, a su partido o se traicionaron a sí mismos?

    enriquepompeyo@hotmail.com