Salvador Muñoz
Los Políticos
En todos lados andan apurados con la entrega-recepción. Ahora, dependencias y entes estatales cargan con las observaciones que les acaba de hacer el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) con la entrega del informe de resultados de las cuentas públicas correspondientes al ejercicio 2023 que hizo al Congreso local, entre ellos, los Institutos Tecnológicos Superiores del Estado… Al parecer, la corrupción los alcanzó.
En el ojo del huracán en el manejo de los recursos están los “Tecnos” de Acayucan, Alvarado, Coatza, Huatusco, Las Choapas, Misantla, San Andrés Tuxtla, Tierra Blanca y Xalapa. Todos ellos sintieron las observaciones del Orfis y la mirada fría de doña Delia.
Tan corrupto el que se roba un peso como el que desvía un millón de pesos.
El de mayor irregularidad es el Tecnológico Superior de Huatusco donde hay un faltante de más de 12 millones de pesos seguido por el de Las Choapas, con alrededor de 11 millones de pesos hechos humo al igual que el Tecnológico de Xalapa, y con ocho millones de pesos los de Acayucan y Coatza.
El de Tierra Blanca es el que tiene el menor faltante, con casi un millón de pesos.
El morbo se centra en Xalapa. El anterior director, ingeniero Walter Luis Saiz González, fue separado de su cargo. No aguantó la presión del personal académico y de los propios alumnos que tuvieron que manifestarse bloqueando calles para solicitar su salida por un supuesto desvío de recursos que ahora se comprueba con los documentos que obran en poder del Orfis.
Walter Luis es un ingeniero que ya estaba jubilado de la Universidad Veracruzana (UV) y al inicio del sexenio que fenece, fallece y perece, fue invitado por el gobernador, quien ya no lo pudo sostener más y solicitó su renuncia.
Cuentan, a mí no me crean, que una vez que Walter Luis fue enterado de su baja, en un lapso de dos días, cual si fuera huracán, arrasó con lo que quedaba de dinero en las cuentas del Tecnológico de Xalapa. Existen documentos donde en 48 horas mandó a pulir los pisos de toda la institución, hizo compras exageradas de papelería, mandó a chapear no se sabe cuántas veces las áreas verdes de la institución que hasta quedaron pelonas, para tratar de comprobar o justificar la salida de los recursos que ahora lo tienen a un pie de la cárcel.
El nuevo director, Oscar Trujillo, tomó posesión el 8 de abril de este año. Antes se desempeñó como jefe de carrera y director académico. Así que puede respirar tranquilo, porque dijera el dicho, lo que no fue un tu año, no es tu daño y si a ello se le agrega que hasta el momento no ha recibido ni una sola observación por parte del Orfis, ni tampoco ha sido notificado por la Fiscalía General del Estado (FGE) de alguna denuncia en su contra… y dijera Tío Filito, ¡ni tendrá!
Todas las observaciones como bien menciona el Orfis, son del periodo 2023.
Otro que no hizo bien las cosas fue Edgar Allán Blázquez López, ex jefe de recursos materiales y servicios, quien se separó del cargo hace más de un año y ahora quiere volver (regresar ¡nunca!) pero por ser empleado de confianza, la ley no permite ausentarse más de un año, aunque haya sido sin goce de sueldo, no tenía plaza, vivió engañado que le habían dado plaza, pero nunca se la dieron sus anteriores jefes… ahora su hoja de servicio está manchada por cuestiones administrativas.
Ya para concluir, bien valdría la pena preguntarse:
¿Será que Martín Rivera, Aarón Neftalí Mirón Cosquilla y José Andy Arroyo le ayuden a Walter Luis a intentar solventar todo el desfalco que dejaron?
¿Dejará el abogado Martín Rivera de mandar a su fiel Yago, Edgar Blázquez, a buscar documentos y tratar de sacar objetos del ITSX entre semana a pesar de que ya no labora ahí y sólo debiera presentarse en su rol de estudiante los sábados?