Vicente Luna Hernández
Es importante que la clase gobernante – muchos de los cuales lo que menos tienen es clase – tengan presente la realidad social en México, pensar solo en los 36 millones de ciudadanos que votaron por la hoy presidenta Claudia Sheinbaum, pensar solo en los 22 millones de ciudadanos que votaron por la oposición o pensar en los 40 millones de ciudadanos que no salieron a votar, es como partir al país en 3 pedazos cuando todo México tiene los mismos anhelos: Un país más seguro, un Estado de Derecho con plena vigencia, un mejor sistema de salud y educativo, un mejor combate a la corrupción y opacidad en el manejo de los recursos públicos en las oficinas de gobierno, un mejor sistema de partidos, una mejor y más sana convivencia social, un estado óptimo de las carreteras del país, – entre muchas demandas mas – y una sociedad exigente en sus derechos pero responsable en sus obligaciones y deberes, ¿acaso no es eso lo que quiere el ciudadano bien nacido?
La realidad es que no todo México apoya a morena y aliados ni acaso una mayoría de ciudadanos del padrón electoral, la realidad es que la sociedad en general no se siente representada por los partidos de oposición y no tienen una vía que represente sus intereses, esa sociedad organizada y desorganizada se pregunta a viva voz: ¿Quién será la que me quiera a mí?
¿Quién será, quien será?
¿Quién será la que me dé su amor?
¿Quién será, quien será?
Una parte de la sociedad se organizó a través de la marea rosa y apoyó a Xóchitl Gálvez, salió a las calles pero no se vio representada en las listas de candidatos al Congreso de la Unión, esos liderazgos de la sociedad civil fueron marginados, esa voces aguerridas y convencidas que se debe impulsar otra forma de gobernar se alejó de los partidos de oposición al finalizar el proceso electoral, brindó su apoyo ciudadano pero está decepcionada de los partidos de oposición y les grita al oído:
Yo no sé si la podré encontrar
Yo no sé, yo no sé
Yo no sé si volveré a querer
Yo no sé, yo no sé
Muchas organizaciones de la sociedad civil organizada manifestaron de muchas maneras su apoyo a la oposición, – de manera especial a Xóchitl – sin embargo, ese impacto social lleno de alegría y de entusiasmo se apagó, las expectativas de triunfo electoral poco a poco se fueron diluyendo ante los garrafales errores de los dirigentes partidistas como de la propia candidata y esa esperanza que en su momento representó la marea rosa…se fue.
He querido volver a vivir
La pasión y el calor de otro amor
De otro amor que me hiciera sentir
Que me hiciera feliz como ayer lo fui
El próximo mes de enero el INE publicará la convocatoria para la creación de nuevos partidos políticos, varias organizaciones se andan moviendo con ese fin, sin embargo, la tarea no es sencilla ante un monstruo electoral que representa morena y el fortalecimiento del partido verde y del PT, ¿qué opciones tiene la ciudadanía? ¿Qué organizaciones sociales lograrán mayor número de simpatías? ¿Qué liderazgos ciudadanos realmente tendrán la credibilidad para sumar el mayor número de simpatizantes? ¿Qué opciones tiene la sociedad para canalizar sus demandas e inconformidades? ¿Las opciones que se vislumbran serán los mismos actores políticos pero con nuevo ropaje? ¿Qué discurso político ofrecerán los principales dirigentes para entusiasmar al pueblo de México? Para recibir amor ¿qué amor ofrecen quienes impulsan nuevos partidos políticos? ¿Qué propuesta de partido político representará la inconformidad silenciosa que existe en el país? ¿Quién volteara a ver a los que no se sienten vistos?
Ay, ¿quién será la que me quiera a mí?
¿Quién será, quien será?
¿Quién será la que me dé su amor?
¿Quién será, quien será?
P.D.- Con el ánimo que la próxima legislatura del Congreso del Estado esté llena de propuestas, iniciativas y llena de calor para descongelar aquellas que se encuentran en el refrigerador legislativo…Escribiré otro día.