Destacado

    Manolo Victorio

    Carpe Diem

    El banderazo oficial que ondeó el Organismo Público Local Electoral de Veracruz el jueves 7 de noviembre en el Museo de Antropología, que abrió la ventana legal para la elección del domingo 1 de junio de 2025, donde los veracruzanos podrán elegir a pie de urna a mil 54 cargos: 212 alcaldías, 212 sindicaturas y 630 regidurías, vino a provocar aceleres desbocados y la falta de respeto a las formas y al fondo del ideario político del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

    La lectura del sábado, en el desarrollo de la Asamblea Informativa de Morena, donde los asistentes votaron a mano alzada, con una convicción en sus rostros quizá vista en los tiempos avasalladores del priismo nacional; por un nuevo decálogo que las autoridades, funcionariado y legisladores de Morena deben traer como el libro rojo de Mao bajo el sobaco, pero que se viola a la mínima provocación del poder, quedó claro que el ideario ahí está, escrito en tronco de ixtle tabasqueño, que deben ser diez principios ejercidos con dedicación ascética e incorruptible para la propia sobrevivencia del movimiento.

    La oradora más vitoreada en la asamblea morenista del sábado en el WTC, fue Norma Rocío Nahle García, gobernadora electa de los veracruzanos, sobre todo de la base morenista de la conurbación Veracruz-Boca del Río-Alvarado-Medellín de Bravo, quienes según encuesta de la casa Demotecnia De las Heras, siete de cada diez tienen confianza en que la situación cambiará a partir del domingo 1 de diciembre, cuando proteste como gobernadora constitucional.

    El 70 por ciento de los veracruzanos, veracruzanas, tienen la convicción que Nahle será buena gobernadora, a quien, si se confronta en evaluación popular contra Cuitláhuac García Jiménez, trae ya una ventaja arrolladora aún sin firmar un solo decreto o enviar una sola iniciativa a la LXVII legislatura.

    Una abrumadora mayoría que confía en que llegarán mejores días en el bien común gracias a la política gubernamental, desde los precios de garantía de los productos agropecuarias hasta la seguridad de transitar por carreteras equipadas con el mínimo asfalto que proporcione dignidad a la red de caminos veracruzanos.

    Eso se espera. Que cambien las cosas, que Veracruz deje de causar lástima y recupere el lugar que le corresponde como estado importante.

    También se espera que los actores políticos que se mueven en Morena, Partido del Trabajo y Verde Ecologista, respeten las directrices marcadas por la gobernadora electa, verbi gracia, la excusa diplomática por su inasistencia a la instalación de la LXVII Legislatura veracruzana, el martes 5 de noviembre “(…) con el debido respeto no voy a asistir, porque yo estaré en funciones hasta el 1 de diciembre», dijo en capotazo suave, respetando las formas y el fondo de la política.

    “Cuidando las formas, siempre hay que cuidar las formas, y en política más. Porque cuando hay respeto e institucionalidad las cosas van mejor”, declaró la gobernadora electa a los reporteros en la víspera.

    De ahí que los aspirantes a las 212 alcaldías deben conducirse bajo las reglas no escritas, pero ya cantadas con antelación, de no desbocarse en pasiones adelantadas ni erigirse como únicos salvadores de la patria chica en estas demarcaciones territoriales, con miras a la elección del primer domingo de junio de 2025, a base de encuestas a modo, “cuchareadas”, diría el tatiasca en retiro.

    En el Puerto de Veracruz, epicentro de la lucha por el poder municipal, en el municipio más antiguo de la cartografía veracruzana, las formas políticas son violentadas a pleno sol, sin el más respeto a las formas que preconiza la gobernadora electa.

    Sin el más mínimo recato y con el sello patentado por el PRI, del avasallamiento del adversario interno, José Ricardo Ruiz Carmona, en la desesperación de ser tomado en cuenta, pagó una encuesta a la casa De las Heras Demotecnia, que lo ubica en primer lugar en esta carrera hacia la nominación morenista a la alcaldía porteña.

    Según la medición realizada en 600 viviendas cara a cara del municipio porteño, Pepín Ruiz encabeza las preferencias ciudadanas con el 39.7 por ciento, seguido de la diputada federal, Rosa María Hernández Espejo, con el 15.8 por ciento, y en tercer lugar se encuentra Anilú Ingram, con el 9.1 por ciento.

    En el levantamiento, la encuesta levantada en la primera quincena de octubre, midió también en 4º lugar al senador Miguel Ángel Yunes Márquez, seguido por Ricardo Exsome con el 6.2 y la diputada local Bertha Ahued Malpica con el 4.5 por ciento, quien sería la sexta aspirante en el ajo sucesorio de la presidencia municipal de Veracruz.

    El diputado local por el distrito XV, no descansa un día, quiere ir por la alcaldía de Veracruz sin el más mínimo respeto a la trayectoria de los militantes de Morena que abrieron el dique panista a golpe de suela, de la mano de personajes clave como Rosa María Hernández Espejo y Ricardo Exsome Zapata.

    Estas actitudes aprendidas en el fidelato que blanden el agandalle como estrategia política no permean la ideología morenista.

    Ya lo dijo Luisa María Alcalde Luján, lideresa de Morena. Los candidatos y candidatas saldrán de la base morenista en encuestas hechas por el partido, que no atiende calenturas adelantadas.

    Quizá Pepín Ruiz lance flechas a la luna, en presión para que Morena lo envíe a Boca del Río como candidato a la alcaldía, lo que sería un buen premio de consolación, claro, si los demás aspirantes del partido guinda lo aceptan.

    En Boca del Río el abanico se amplía con los aspirantes de los demás partidos que traen también el factor de la competitividad como el PAN, partido bien posicionado gracias al trabajo constante del alcalde Juan Manuel de Unanue Abascal, que tiene listas a dos mujeres, a saber, Indira Rosales San Román y/o  María Josefina Gamboa Torales, como aspirantes con méritos a la presidencia municipal que el albiazul tratará de salvar del naufragio y el partido Movimiento Ciudadano, que tiene en la persona del actual diputado local Adrián Sigfrido Ávila Estrada a un buen candidato en ciernes, dada la experiencia que tiene por haber gobernado bajo las siglas panistas el municipio boqueño.

    Aun con este escenario, los operadores de Morena le apuestan a llevarse el carro completo en Veracruz y Boca del Río, enviando al basurero de la historia al panismo del estero.

    El escenario está listo, sólo faltan los actores y actrices en la escena, claro está, una vez que Rocío Nahle García empiece a despachar desde Palacio de Gobierno, frente al parque Juárez, en Xalapa de Enríquez.

    columnacarpediem@gmail.com