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    Manolo Victorio

    Carpe Diem

    Queda menos de una semana para la transición del poder en el estado de Veracruz.
    El domingo Norma Rocío Nahle García inscribirá su nombre en los 200 años de historia en un estado que no la vio nacer, pero sí desarrollarse profesional, personal y políticamente.
    Cuando a Chavela Vargas, la fiel compañera de juergas y mejor intérprete de José Alfredo Jiménez le cuestionaban su oriundez tica, la mujer, echada pa`lante, directa, decía: “los mexicanos nacemos donde nos da la rechingada gana”.


    Habría que matizar el axioma patentado por la costarricense del lenguaje vernáculo a la praxis política donde los nuevos tiempos erosionaron el obstáculo del origen, habida cuenta que el estado es un crisol de culturas que llegaron de otros estados en enriquecimiento de la veracruzana.
    El corredor Coatzacoalcos-Minatitlán es un ejemplo de como el Istmo de Tehuantepec se alargó a estas tierras con el boom de la industria petrolera.
    El domingo Rocío Nahle protestará en un Congreso dominado por 27 mujeres, como la gobernadora número 85 en la historia de Veracruz.
    Será una ceremonia de pompa y circunstancia política.
    Las expectativas son altísimas. Los veracruzanos confían en que habrá un cambio en la cosa pública, que haya una hoja de ruta, que se terminen las improvisaciones demenciales que prevalecieron como forma de gobierno en el caos del sexenio agonizante.
    ‘Ordem e progresso’ se lee en la bandera brasileña como recordatorio de la frase de Auguste Comte, exponente de la ideología y filosofía del positivismo: «L’amour pour principe et l’ordre pour base; le progrès pour but» —«El amor por principio, el orden por base, el progreso por fin», en francés, se lee en Wikipedia.
    Esta filosofía política también fue adoptada por el defenestrado y demonizado Porfirio Díaz, quien gobernó este país por más de tres décadas. El oaxaqueño usó este concepto como lema durante su mandato. La idea de progreso era un tópico cultural del siglo XIX, dice la plataforma. Se agregaría en addendum del bono de esperanza que los veracruzanos y quienes vivimos en este estado seguimos en espera del progreso.
    Rocío Nahle dice que se ha preparado en todos los flancos para la tarea que se le presentará oficialmente a partir este domingo 1 de diciembre. Que no habrá cabos sueltos ni tiempos muertos en la gobernanza que exige a priori, porque así lo expresan los ciudadanos, un gobierno con más territorio y menos escritorio.
    Por eso la pompa en las formas.
    La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo confirmó este lunes que acompañará a la ingeniera Nahle a su investidura como la quincuagésima octava gobernante, así lo harán 14 gobernadores y gobernadoras en funciones. Una fiesta a la altura de la circunstancia.
    Y mientras tanto, en la cara oscura de la administración que transita en sus últimos estertores, está la sonrisa burlona del titular de la Secretaria de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP), Elio Hernández Gutiérrez, quien escuchó con desdén los cuestionamientos de los diputados locales respecto al estado lunar de los 25 mil kilómetros de la red carretera estatal, que la SIOP sólo atendió 2 mil 191 kilómetros en construcción o rehabilitación.
    Adrián Ávila Estrada, legislador emecista dijo que en seis años la Secretaria de Infraestructura y Obras Públicas sólo atendió el 8.7% de la red carretera y de caminos del estado.
    Una calamidad que refleja la forma y el fondo del gobierno saliente.
    El legislador priista Héctor Yunes Landa se sumó a los cuestionamientos respecto la operatividad en la SIOP en la asignación de obra. Acusó que varios constructores han denunciado la solicitud de moches por parte de funcionarios de la dependencia bajo los usos y costumbres de pagos ilegales conocidos como “diezmo, quinceañera, ventilador y fifty-fifty”, en los porcentajes exigidos para la adjudicación de contratos, según el léxico de la corrupción.
    En la SIOP patearán el bote, pese disponer de un presupuesto de 3 mil 700 millones de pesos, Elio Hernández Gutiérrez dejará 106 obras en proceso para que sean terminadas por Leonardo Cornejo Serrano, próximo titular de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas, quien tendrá que chambear para atacar el déficit del 63 por ciento que le deja el antecesor en las 167 obras programadas para este año.
    En el tema carretero, que tiene a Veracruz partido en dos por el derrumbe de un cerro en Acatzingo-Ciudad Mendoza y el socavón del Farallón-Cerro de Metates, en la carretera federal 180, la gobernadora electa cabildea ante la Secretaria de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes que los 210 kilómetros de “la peor carretera del país”, en el tramo Pánuco-Tantoyuca-Tuxpan sea reconstruida de cero.
    “El tema prioritario que traemos, es el mantenimiento a toda la red carretera de Veracruz, el reporte que tenemos que la peor carretera de todo el país es la de Panuco-Tantoyuca-Tuxpan, estaba como número uno en la lista del bachetón, pero lo pedimos es la ampliación porque hay zonas donde no hay ni señalamientos”, dijo la gobernadora electa que son al menos 210 kilómetros “que pedimos que de 8 metros se pueda ir a 12 metros de ancho”.
    También propondrá a la SICT que la solución para atacar el derrumbe de un cerro en la Autopista Orizaba-Puebla en el tramo Acatzingo-Ciudad Mendoza, sea la construcción de un muro de contención que evite que el cerro siga desgajándose o bien, la construcción de un túnel de al interior del cerro, con aproximadamente 280 metros de longitud para evitar más derrumbes que corten la circulación vehicular.
    La acción de la gobernadora electa es de urgencia.
    Entre la pompa de la toma de protesta, está la circunstancia que exige tomar de antemano las riendas del estado de Veracruz, hecho guiñapo en la red carretera, producto de la indolencia de quienes –afortunadamente- ya se van de la escena pública y al basurero de la historia, como diría un político opositor hoy en desgracia.
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