Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
El rumor corrió como pólvora desde la mañana de este jueves. Todos lo dan por hecho. Pero el tema no es que Verónica Hernández Giadáns vaya a dejar la Fiscalía General del Estado de Veracruz. El asunto va más allá y es mucho más complejo.
¿Qué va a suceder con todo el rezago en las investigaciones?
¿Qué va a pasar con los presos políticos?, aunque nieguen que existan.
¿Qué sucederá con las carpetas de investigación sobre los cientos, miles de desaparecidos?
Si es verdad que la aún fiscal habría renunciado o que renunciará al cargo, ¿la van a dejar ir, a pesar de todas las irregularidades que se denunciaron desde que asumió la titularidad de la dependencia?
De entrada, decenas, cientos de veracruzanos acusaron la falta de atención y apertura al diálogo por parte de Verónica Hernández Giadáns.
Las familias y los integrantes de los colectivos de desaparecidos también denunciaron que nunca hubo apoyo oficial para buscar a sus familiares y tuvieron que hacerlo con sus propios recursos.
Más allá de quien llegue a la Fiscalía General del Estado están pendientes múltiples asuntos.
Por ejemplo, los casos de políticos opositores al gobierno acusados y detenidos por supuestos delitos que van desde violencia familiar hasta presuntos vínculos con la delincuencia.
Aunque se asegura que los 300 millones de pesos encontrados en la Fiscalía General del Estado habrían sido supuestamente ocupados para el Centro de Identificación Forense en Nogales y adquirir equipos diversos, hay quienes dudan que así sea. Es la palabra de las autoridades y queda la interrogante. ¿Qué ocurrió en verdad con ese recurso millonario?
¿Dejarían ir a Verónica Hernández Giadáns, a pesar de todos los señalamientos en su contra? ¿No se le tocaría? ¿Quedaría exonerada?
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