Manolo Victorio
Carpe Diem
Habemus gobernadora, diríase en trillado cabezal.
Más allá de la frase hecha, no es asunto de encuadre gramatical que una nieta de inmigrantes haya sido ungida en protocolo de ley como la gobernante número 85 en la historia de este estado de Veracruz, llave de México, precedida por 84 gobernantes varones.
En estos nuevos tiempos paritarios, donde ocurre con frecuencia que son las mujeres quienes socavan el logro de sus pares, a contrapelo de la sororidad exhibida en las formas políticamente correctas, es requerimiento mínimo necesario ratificar como hito histórico el hecho que Norma Rocío Nahle García sea la primera gobernadora del estado.
De ahí que, en el remate del discurso ofrecido en la Plazoleta Lerdo, antes espacio para lamentaciones, protestas, exigencias y plantones, ahora en domingo de nuevos tiempos, de vientos a favor, plancha intervenida por una multitud que escuchó el primer discurso popular como ofrenda de esperanza en la evolución del bien común, la gobernadora hiciera una alegoría del estoicismo que caracteriza a Veracruz como pueblo.
“Así es la vida, la vida es de trabajo, la vida es de retos, la vida hay que enfrentarla, pero gracias a la voluntad, al carácter, así formamos nuestras sociedades, nuestra cultura y, sobre todo, el bello estado de Veracruz”.
Y en la síntesis del “no les voy a fallar” y el recordatorio que ahora sí habrá gobernanza, basamentado en el “para atrás ni para tomar impulso”, ofrece gobernar sin discriminación, con equidad; pero, sobre todo, con honestidad y transparencia en la disposición del erario, proyectado en 175 mil 245 millones de pesos para el 2025.
“En mí van a ver lo que ya me conocen todos, una mujer de trabajo, ver el cómo sí, ver cómo resolvemos, dialogar, hablar; grandes retos, sí, pero a mí, como a muchos de ustedes, nunca se me ha dado nada fácil”.
Hacer una confronta entre Rocío Nahle García y Cuitláhuac García Jiménez sería un ejercicio inútil por innecesario.
Aquí hay gobierno, existe una idea de la cosa pública, una preparación académica y política para gobernar un estado complicado, sui generis que posee una diversidad de culturas y formas distintas de concebir el mundo.
El gobierno se demuestra en el territorio, se gobierna sumando acción a la palabra, por eso, en el primer día hábil del sexenio Nhalista, se levantó la pluma de la caseta instalada en el puente Coatzacoalcos I, luego de seis décadas de reclamo popular, sobre todo de los trabajadores de los complejos petroquímicos y los pobladores de Nanchital.
Luego encabezar el cierre de la caseta del puente Coatzacoalcos I, la gobernadora Nahle anunció que las 36 trabajadoras del CIEGSA afectadas serán recontratadas en áreas de la estructura del gobierno estatal, para que nadie se quede sin llevar el sustento a sus familias.
En este bosquejo de un gobierno itinerante, el comunicado 0009 concentró en su primer párrafo:
Junto a la ciudadanía y autoridades municipales, la gobernadora Rocío Nahle clausuró la caseta de cobro del puente Coatzacoalcos I, marcando un nuevo inicio para el desarrollo en el sur del estado, haciendo de éste el primer compromiso cumplido de su administración.
En la segunda actividad del primer día laboral del sexenio, se reunió en Acayucan con el sector ganadero.
Ahí instaló una mesa de atención al sector ganadero en la zona sur, a fin de iniciar la apertura de casetas zoosanitarias y establecer un cerco efectivo contra el gusano barrenador o cualquier otra enfermedad que ponga en riesgo la actividad ganadera en el sur veracruzano.
En la capital, los transeúntes, citadinos, cafetómanos y visitantes esperan la apertura de las puertas de hierro de Palacio de Gobierno, como un botón de muestra del que “nunca más en Veracruz haya discriminación en cualquier sentido por género, por origen, etnia, credo o pensamiento”.
Seguramente cuando retorne a palacio, dará la orden para que el recinto sea, nuevamente la casa de los veracruzanos, de las veracruzanas.
Que los candados de la exclusión que etiquetó a los inquilinos idos como una contradicción de la cuatrote, pues nunca permitieron que el pueblo recorriera el palacio convertido en bunker de sus pequeñeces, reducto de sus complejos y espacio para el enseñoreo sexenal, se quiten de una vez y para siempre en los accesos del inmueble y de la repulsa del ciudadano de a pie que jamás entendió como ondearon la bandera del pueblo para excluir y patear al pueblo.
… del mismo costal.
Luego del jueves negro donde se desataron los demonios contenidos en la Fiscalía General del Estado, la especie vuelve a resurgir como libelo que desea dejar el capullo del chisme a sottovoce que viaja como influenza estacional por los pasillos del poder y desarrollar las alas de la noticia confirmada.
Verónica Hernández Giadáns, quien nunca entendió el aforismo de las formas y el fondo, vuelve al foco público apenas en el primer día laborable del nuevo sexenio Nhalista.
Vuelve a sonar como agua de río la especie relativo al nombramiento de un relevo, también femenino, como bateadora emergente en el despacho principal de la FGE.
El nombre es el mismo que barajan columnistas consumados y sedicentes opinólogos que presumen tener acceso al teléfono rojo.
La Maestra Leslie Mónica Garibo Puga, podría ser la novena mujer en ser llamada no al gabinete, pero sí al ente autónomo de la fiscalía.
Leslie Garibo Puga sabe que es el Derecho, es egresada de la Licenciatura en Derecho por la Universidad La Salle, ha construido una imagen de profesional comprometida, proactiva y amula millas en el ámbito jurídico y administrativo.
Trae bajo el brazo un Doctorado Honoris Causa otorgado por IMELE en 2019 y una Maestría en Ciencias Jurídicas y Sociales concluida en 2023, su preparación académica respalda su carrera.
Tiene con que hacer frente al desgarriate existente en la FGE.
Además de la expertis trae la espina clavada de exilio involuntario, promovido por dos personajes del pasado inmediato.
Y eso es bueno para excitar las investigaciones de los indeseables que pudieran tener los pecados jurídicos para ser procesados en barandilla.
Quizá sea uno de los manotazos decembrinos de la nueva inquina de Palacio de Gobierno.
‘Ya llegó la hora chimengüenchona, la hora ya vas que chutas’, diría Beto ‘El Boticario’.
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