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Mara Iliana Cruz Pastrana
El Día Internacional de la Mujer, conmemorado cada 8 de marzo, es una fecha que nos invita a reflexionar sobre la lucha histórica de las mujeres por la igualdad, la justicia y la equidad. En esta columna, quiero reconocer las huellas de nuestras ancestras, aquellas mujeres que, a lo largo de la historia, han luchado por sus derechos y han abierto camino para que las generaciones futuras puedan disfrutar de una vida más justa y equitativa.
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer tiene sus raíces en la lucha de las mujeres por sus derechos desde mediados del siglo XIX y todo el siglo XX. En 1848, la Convención de Seneca Falls, celebrada en el estado de Nueva York, marcó el comienzo del movimiento sufragista en Estados Unidos. Mujeres como Elizabeth Cady Stanton y Susan B. Anthony exigieron el derecho al voto y la igualdad de derechos para las mujeres.
Durante todo el siglo XX, la lucha de las mujeres por sus derechos se extendió a nivel internacional. En 1910, la socialista alemana Clara Zetkin propuso la conmemoración de un Día Internacional de la Mujer durante la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague. La propuesta fue aprobada y es el 19 de marzo de 1911 que se conmemora por primera vez el Día Internacional de la Mujer.
En Latinoamérica, la lucha de las mujeres por sus derechos ha sido especialmente viva, intensa, poderosa. En toda la región, las mujeres han enfrentado desafíos como la pobreza, la violencia y la discriminación; y también han sido protagonistas de importantes movimientos sociales y políticos.
En México, la lucha de las mujeres por sus derechos se remonta a la época independentista y la Revolución; mujeres mexicanas como Josefa Ortíz, Leona Vicario, Hermila Galindo, Carmen Vélez, Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, Rosa Torre González, Rita Cetina Gutiérrez, Elvira Trueba Coronel, Rosario Castellanos y Elvia Carrillo Puerto, entre muchas más, jugaron un papel importante en la lucha por la justicia y la igualdad. Pero no podemos dejar de lado a grandes feministas de la época moderna como Frida Kahlo, Rosario Ibarra de Piedra, Griselda Álvarez Ponce de León, Martha Lamas, Marcela Lagarde, Ana Lau Jaiven, Gabriela Cano o Hermelinda Tiburcio, entre tantas y tantas más.
En este Día Internacional de la Mujer, quiero reconocer las huellas de nuestras ancestras, aquellas mujeres que han luchado por nuestros derechos, los de todas y abrieron camino para que las generaciones futuras pudiéramos disfrutar de una vida más justa y equitativa. Reconozcamos a las mujeres que han sido líderes en la lucha internacional por la justicia y la igualdad, recordemos a Hipatia de Alejandría, Ada Lovelace, Marie Curie, Virginia Wolf, Clara Campoamor, Simone de Beauvoir, Rosa Parks, Olympe de Gouges, Mary Wollstonecraft, Flora Tristán, Alejandra Kollontai, Sylvia Pankhurst, Kate Millett, Shulamith Firestone, Malala Yousafzai, Rigoberta Menchú y Wangari Maathai.
La lucha por la igualdad y la justicia es un proceso continuo, pero necesitamos reconocer las huellas de nuestras ancestras y seguir trabajando por un mundo más justo y equitativo para todas las mujeres, dar continuidad en el que juntas hemos dado una batalla y como dice Maya Angelou: «No te preocupes por lo que otros piensen, preocúpate por lo que tú piensas. No te preocupes por lo que otros digan, preocúpate por lo que tú digas”.
En pleno siglo XXI, la lucha por la igualdad de género sigue siendo un desafío importante cada día. Las mujeres seguimos enfrentando desafíos como la discriminación, la violencia y la falta de oportunidades. En la esfera laboral, las mujeres seguimos enfrentando el tan nombrado techo de cristal que nos impide acceder a puestos de liderazgo y decisión. Todavía la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo un problema persistente.
En la esfera política, a pesar de los avances con el triunfo de Claudia Sheinbaum en la presidencia de la República en México y Rocío Nahle en la gubernatura de Veracruz, las mujeres seguimos estando subrepresentadas en los cargos de decisión, aun cuando estamos en los espacios de gobierno.
Es importante que niñas, jóvenes y mujeres tengan acceso a la educación y a oportunidades para desarrollar sus habilidades y talentos. Es importante concienciar a la sociedad sobre la importancia de la igualdad de género y los beneficios que puede traer mediante campañas de sensibilización, programas de educación y actividades comunitarias.
Los hombres tienen un papel importante que desempeñar en la lucha por la igualdad de género, es importante que se involucren en la lucha por la igualdad de género y que se conviertan en aliados de las mujeres, ellos pueden hacer la diferencia apoyando a las mujeres en su lucha por la equidad y la igualdad.
Recordemos a quienes nos antecedieron, reconozcamos su coraje, inteligencia y determinación que continúan inspirando a las mujeres de todas las edades a seguir luchando, perseguir sus sueños y a alcanzar lo que se propongan.
¡Celebremos su legado y honremos su memoria!