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M. Patricia Castelán
Carta a mi mama / Juvecan Coatepec
El mirarme en el espejo, al ver esa enorme cicatriz, ahí donde tú estabas, me recuerda lo que soy y me da la fuerza cada día de hacer, sentir, amar, VIVIR.
Fue en octubre del 2017 cuando en un acto de amor tuvimos que despedirnos para cada una cumplir una misión ahora separada.
Tuviste que irte de mi cuerpo para salvarme la vida, entiendo que esa fue tu misión.
La mía continuar VIVIENDO, pero ahora con mayor ímpetu, gratitud y sobre todo compartiendo nuestra historia de vida y de amor a otras mujeres que hoy enfrentan como nosotras un día el diagnóstico de cáncer de mama.
Hoy ese hueco que dejaste justo aquí en mi corazón se viste de hermandad en este grupo JUVECAN.
El mensaje ahora es a ti que me estás leyendo que te cuides, te autoexplores cada mes pues esos minutos que dedicas a ti pueden salvar tu vida, realízate la mastografía no lo dejes para después.
Y a ti querida amiga, hermana que estás pasando por este diagnóstico y emprendes ese camino rudo, doloroso, decirte, aconsejarte que el AMOR, FE Y DIGNIDAD, son las herramientas que me han hecho salir adelante… al final todo pasa y esto también pasará.
* Ejercicio terapéutico para despedirse de nuestra glándula mamaria enferma a través de una carta.