Vicente Luna Hernández
En esta semana los mexicanos nos enteramos de esto:
“Eva García de Joaquín, de 79 años, madre del líder de la iglesia La Luz del Mundo, Naasón Joaquín, fue detenida en Los Ángeles, Estados Unidos, por tráfico sexual este 11 de septiembre”.
“Las acusaciones contra Eva García, madre de Naasón Joaquín, incluyen tráfico sexual, abuso de menores, crimen organizado y blanqueo de capitales”.

Hay que recordar que su hijo Naasón Joaquín, – líder máximo de la Luz del Mundo – ya había sido sentenciado en 2022 a 16 años de prisión por abuso sexual de menores y están pendientes de ejecutar más órdenes de aprehensión contra algunos de sus cómplices, ¿qué clase de Luz predica esta organización religiosa?
La realidad es que la impunidad que se respira en el sistema político en México también se respira en algunas organizaciones religiosas, en el sistema político suelen robarse recursos públicos y en las organizaciones religiosas se roban parte de la vida e inocencia de aquellos que se entregan con Fe a los designios de aquellos que presumen representar a Dios en la tierra, es cierto, no es un fenómeno que solo ocurra en México pero es en nuestro país donde la impunidad es más que una “marca comercial”.
Después de muchos años de violar el marco jurídico que rige a las organizaciones religiosas y de violar a menores de edad, hoy salen a la luz las atrocidades – ¿Cómo se les puede llamar a tan indignantes hechos? – llevadas a cabo por quienes hablaban a nombre de su Dios pero se comportaban peor que animales.
Hoy la congregación religiosa católica Legionarios de Cristo y la iglesia del Dios vivoColumna y Apoyo de la Verdad o simplemente la Luz del Mundo, una organizacióncristiana, vuelven a estar en el escándalo público y no precisamente por sus buenas obras, sino por los “secretos” que al interior de sus paredes y en muchos sectores del poder político y económico…no eran tan secretos.
Hoy México sabe lo malvados, corruptos, tiranos, hipócritas y depredadores sexuales que eran sus principales líderes religiosos: Marcial Maciel y Naasón Joaquín García, ambos gozaron de los privilegios de representar a miles de voluntades, ambos gozaron de impunidad y del manejo indiscreciónal de recursos económicos y materiales, ¿qué tienen en común un mal líder religioso y un mal líder político? La impunidad es la respuesta.
¿Cuál es la diferencia entre un representante religioso y un representante popular? En que el primero es un hipócrita y presume ser el Santo y el segundo de manera cínica presume ser Blue Demon, uno – tal vez- está sufriendo el castigo divino y el otro está sufriendo el castigo terrenal, ¿y aquellos que los encumbraron? ¿Aquellos que fueron sus cómplices y disfrutaron del poder de ambos líderes religiosos? ¿Acaso no hay poder humano que castigue las violaciones a la ley que se hace en nombre de Dios? ¿Es tanta la pobreza espiritual de muchos para creer “con los ojos cerrados” en viles delincuentes con sotana?¿Quién habla por las víctimas? ¿Quién castiga el abuso de poder de madres y padres que “ entregan” a sus hijas e hijos en nombre de Dios a un depredador? ¿Acaso cualquier organización religiosa puede actuar de manera ilegal e inmoral sin consecuencias legales? ¿Acaso se vieron multitud de “creyentes” protestando en las calles de México en defensa de sus “representantes religiosos? Ni Marcial ni Naasón eran dueños de la voz divina ni representantes de Dios en la Tierra, uno fue un depredador sexual y el otro…también.
No de vale que en nombre de Dios se abuse y se violen cuerpos y leyes que existen en todo país democrático, no se vale que en aras de un interés político- electoral se vean a las organizaciones religiosas como generadoras de votos y la autoridad terrenal voltee hacia otro lado, no se vale manipular sin escrúpulos la Fe religiosa, es la hora que en esta “revolución de las conciencias” se profese cualquier creencia religiosa pero en plena libertad tanto al exterior pero sobre todo al interior de sus paredes, se podrá practicar, simpatizar o integrar alguna asociación religiosa sin dejar de lado- por ningún motivo- los valores universales que permiten la sana convivencia social entre los humanos, el abuso de aquellos que detentan el “poder divino” – lamentablemente – no es una mancha negra de alguna organización religiosa en especial, todos los feligreses están en su derecho de escuchar los sermones que decidan pero sin olvidar que aquel que habla en nombre de Dios…no es Dios.
P.D.- Con el ánimo que el Estado mexicano no tenga que esperar que Estados Unidos castigue a delincuentes religiosos que en México deben ser castigados…Escribiré otro día.
