Destacado

    Uriel Flores Aguayo

    Del conflicto y genocidio en Gaza, Palestina, destaco unos de sus aspectos casi ocultos. Hemos perdido humanidad ante las matanzas y la destrucción; todo ha sido cruel. Ya sabemos que el grupo terrorista Hamas inició esta etapa del conflicto que duró dos años, asesinando y secuestrando a pacíficos ciudadanos Israelis. Su lógica entre religiosa y mística, fanática e integrista, les da el derecho, de acuerdo a sus creencias, no ideología, a matar e imponer su visión de la vida.

    En respuesta el gobierno de Israel prácticamente arrasó Gaza, cometiendo genocidio según las definiciones de organismos internacionales y grupos de expertos. Fue un choque entre el terrorismo de un grupo de iluminados o lunaticos y el terrorismo de Estado. En medio quedó la sociedad Palestina, tanto quienes apoyan a Hamas como quienes no la aprueban. Creo que para ese grupo las muertes de su gente es visto como un martirio anhelado. Desde occidente no se comprende suficientemente las formas en que actúan este tipo de grupos que, en esencia, son asesinos. Lo más triste y peligroso es el adoctrinamiento y “ lavado de cerebro” que reciben los niñosy la juventud palestina: crecen en un entorno de odio, en espacios familares y sociales donde las armas de fuego y los asesinatos son normales. Aún con la precaria paz reciente los pendientes tienen que ver con educación y cuestiones culturales, tienen que trabajar en una especie de desintoxicación doctrinaria para aspirar a vivir pacificamente, con leyes e instituciones y progreso.