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    Isabel Ortega

    Mónica Mendoza Madrigal, presidenta del Capítulo Veracruz de la Red Nacional Mujeres Defensoras de la Paridad en Todo, planteó que exponer a la presidenta Claudia Sheinbaum al sacarla de Palacio de Gobierno para reunirse con jóvenes evidencia la nula perspectiva de género en quienes son responsables de su seguridad.

    La activista señaló que lo ocurrido con la presidenta pone en duda no solo su seguridad, sino también el uso del tema de género como una estrategia para legitimarla.

    Mendoza Madrigal reprochó la violencia con la que se han difundido imágenes en redes sociales y medios de comunicación, revictimizando a la presidenta al exponer el momento en que un hombre la toca. “Es humillante”, expresó.

    Explicó que, si la salida de Sheinbaum Pardo buscaba distraer la atención de temas como la inseguridad en Michoacán y el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manso, es una pésima estrategia, pues quedó de manifiesto que, aun con seguridad —ya sea el alcalde o la propia presidenta—, pueden ser víctimas de delitos y de los delincuentes.

    Mendoza comentó que “todo estuvo mal” desde la intención de sacarla de Palacio para reunirla con las juventudes, con el fin de atenuar el impacto de una posible manifestación encabezada por jóvenes de la generación X, afectados y ofendidos por las decisiones gubernamentales en materia de seguridad, y que desde La Mañanera se ha intentado desacreditar.

    La salida, planteó, se entiende como una forma de generar una narrativa de aceptación que contrarreste las críticas al gobierno, “para decir: no todos los jóvenes están en nuestra contra”.

    A esto se suma que, durante su caminata, un hombre ebrio se le acercó y la acosó, lo que nuevamente exhibe a su grupo de seguridad, pues el acoso es un delito penal y no se detuvo al sujeto que la tocó.

    “Sea montaje o no, hasta en el video se muestra lo que se tarda su equipo de seguridad en accionar para retirarle al sujeto que, en realidad, no se le tenía que haber acercado. Ella representa al Poder Ejecutivo, y eso pone de manifiesto la poca perspectiva de género que hay en quienes no la cuidan y no han entendido que ella es una mujer”, señaló.

    “Si la presidenta está expuesta, sea o no un montaje, si ese es el grado de vulnerabilidad de la mujer que ocupa la Presidencia de la República, por eso en este país es tan difícil desarraigar el feminicidio y la violencia hacia las mujeres, porque no se alcanza a dimensionar la gravedad de ser mujer y estar expuesta de esta manera”, agregó.

    Al referirse a la polémica generada en redes, donde se debate si el hecho fue un montaje, dijo que ese escenario sería aún más grave, pues pensar en una situación de violencia para legitimarse es terrible, ya que se lucraría políticamente con algo que las mujeres viven y padecen cotidianamente.

    “Si es una cortina de humo para distraer la atención del tema —que es de una gravedad que no alcanzamos a dimensionar—, el asesinato de Carlos Manso también es una tontería, porque no se equipara una cosa con la otra”, afirmó.

    La facilidad con la que su agresor accedió al alcalde y el acosador a la presidenta pone en entredicho al sistema de seguridad de México, donde no existe un aparato suficiente para garantizar que una persona pueda disminuir su grado de riesgo.