Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel
Si por conmemorar no paramos: dizque para hacer conciencia del desmadre que estamos haciendo y sus consecuencias; dizque para actuar de manera conjunta y responsable, y no irnos a la chingada… ¡todos juntos ya! Bueno, tampoco paramos por celebrar o festejar –que no es lo mismo, pero es igual-, al diablo con la pandemia, que ya estamos fatigados –iba decir hasta la madre- del enclaustramiento y hay que divertirse, dar rienda suelta a los placeres de la vida, no importa que nos contagiemos y nos muramos, si estamos hartos, muertos en vida. Eso dicen y cada día escucho y veo que la gente está hasta la madre y le vale otra madre las otras desgracias que padecemos. Se justifique o no, el caso es que no nos damos cuenta de que la vida vale mucho, cuando ya no la tienes (¿quién, muerto, se da cuenta de ella?), lo cual es una manera de acercarse a “la vida no vale nada”. Mucho me temo que no va por ahí el asunto, al menos para quienes pensamos que la vida hay que vivirla, que es bella, sólo se necesita buscarle el lado amable, valorarla, aún en medio de las desdichas. Suena fácil, lo sé, pero al menos al mal tiempo, darle buena cara, ¿no?
Valoramos la salud, cuando ya estamos enfermos; valoramos a nuestros seres queridos, cuando ya se han ido; de igual manera valoramos el agua, cuando desgraciadamente ya no la tenemos o la hemos contaminado y de nada sirve, salvo para beberla y morir… Pa’ allá vamos… Una gota de agua en el desierto. El pasado 22 de marzo conmemoramos, otra vez, el Día Mundial del Agua. Y pos, nada… Agua que no has de beber, déjala correr. Y vaya que la dejamos correr, la bebamos o no. A chingar a su máuser, total, de algo nos vamos a morir. Dicen, y seguimos la parranda.
Dice la ONU que “a pesar de que todas las actividades sociales y económicas dependen en gran medida del abastecimiento de agua dulce y de su calidad, 2 200 millones de personas viven sin acceso a agua potable”. ¿A poco? Va, el escritor polaco Stanislaw Lec afirma que cuando el agua te llegue al cuello, no te preocupes si no es potable. Ahí ‘ta.
La ONU da unos datos:
*1 de cada 3 personas viven sin agua potable.
*Un sistema de saneamiento y un suministro de agua adaptados al cambio climático podrían salvar la vida de más de 360 000 bebés cada año.
*Si limitamos el aumento del calentamiento global a 1.5°C por encima de los niveles preindustriales, podríamos reducir la sequía causada por el clima hasta en un 50%.
*El clima extremo ha causado más del 90% de los desastres mayores en la última década.
*Para 2040, se proyecta que la demanda mundial de energía aumente en más del 25% y que la de agua se incremente más del 50%.
El chiste es que nos quedaremos sin agua, y como el agua es vida, pos ya valimos. Pero no nos ahoguemos en un vaso de agua. El otro día unas chicas llamaron a mi puerta y me pidieron una pequeña donación para una piscina local.
Les di un garrafa de agua.
Otros dos chistecitos, para refrescarnos del calor y la sequía que se nos viene encima:
-¡Camarero, ya le he pedido cien veces un vaso de agua!
-Sí, ahora mismo: ¡Cien vasos de agua para el señor!
-¿Qué pasa si tiras un pato al agua?
-Nada.
Ya saben que Tales de Mileto dijo que el agua es el elemento y principio de las cosas. Tons, ¿por qué aún no entendemos? Creo que me quedo con el cómico y actor W. C. Fields cuando dijo: “Yo no bebo agua, los peces fornican en ella”. Lo cierto es que no digamos que de esta agua no beberé. Porque siendo objetivos, algo tendrá el agua cuando la bendicen, ¿o no?
Ah, escribí al principio que por conmemorar no paramos, porque el 24 de marzo se celebra el Día Internacional del Derecho a la Verdad en relación con las Violaciones de los Derechos Humanos y de la Dignidad de las Víctimas, gracias a un decreto de las Naciones Unidas en el año 2010. Dicen que el objetivo es rendir un homenaje a todas aquellas personas que han sido víctimas de la violación de sus derechos humanos, como son los casos de secuestro, tortura, desaparición y muerte. Pos más que nada, exigir justicia y saber qué madres pasó y está pasando.
Y así todos los días: 25 de marzo, Día Internacional de Solidaridad con el Personal Detenido y Desaparecido y Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas de la Esclavitud y la Trata Transatlántica de Esclavos; 26 de marzo, Día Mundial de Prevención del Cáncer de Cuello Uterino y Día Mundial del Clima; 27 de marzo, Día Mundial del Teatro. Vaya, de este último, los políticos lo celebrarán, pos todos los días andan de teatreros (con perdón de los que en verdad se dedican al Teatro).
¿Pa’ cuándo el “Día Lo que Diga mi dedito”?
Los días y los temas
En entrevista, a propósito de la película El padre, de la que es protagonista, Anthony Hopkins, de 83 años, expresó que “la vida es absurda, es ridículo, nos tomamos todo demasiado en serio”. Y agregó: “Trato de cultivar el arte de la indiferencia, no en un sentido de frialdad, sino que las cosas que hace unos años creía importantes ahora no me lo parecen, vamos a morir todos y ese es el chiste más negro y divertido”. Mencionó que “cuando llegas a los 83 años, no sé si eres más listo o más estúpido, pero desde luego no pierdes el tiempo pensando demasiado en ti mismo”. Y advierte: “Hay que tener cuidado con el mensaje que trasladas a tu subconsciente porque se lo puede creer. Yo le recuerdo cosas a mi cerebro, cuando me dice que me falla la memoria o que me estoy haciendo mayor, le digo que no, que sigo siendo joven y fuerte, y el cerebro se lo cree, de verdad que funciona”. (sinembargo.mx, 15/03/21).
O sea, la vida es absurda, pero bella. ¿O al revés?
De cinismo y anexas
Ya saben, cuando el río suena, agua lleva. Mientras, les dejo lo siguiente:
*Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano. (Isaac Newton).
*No pretendas apagar con fuego un incendio, ni remediar con agua una inundación. (Confucio).
*Lo que embellece al desierto es que en alguna parte esconde un pozo de agua. (Antoine de Saint-Exupéry).
¿Qué sabe el pez del agua donde nada toda su vida? (Albert Einstein).
*El hombre cuya opinión nunca varía es semejante al agua estancada, y engendra reptiles en su mente. (William Blake).
*Lo blando es más fuerte que lo duro; el agua es más fuerte que la roca, el amor es más fuerte que la violencia. (Hermann Hesse).
Ahí se ven.