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    Cuando se está a unas horas de que se sepa si Miguel Ángel Yunes Márquez puede o no participar en la contienda de este domingo como candidato a la presidencia municipal de Veracruz, en los pasillos de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación se respira una tensión más peligrosa que un estornudo en un estadio de futbol hasta el tope de aficionados.

    Si ya de por sí se hablaba del premio a Roberto Sigala Aguilar, con una magistratura para su esposa en aras de votar contra la «elegibilidad» de Yunes Márquez, parece que el paquete de ofertas ahora continúa cuando la generosidad del Estado se extiende con promesas más suculentas que van desde magistraturas regionales para operadores de togados y hasta de cierto modo, patentes de corso.

    Los ojos están puestos sobre el Magistrado Felipe Fuentes, a quien le endulzan el oído sobre las bondades que implican si confirma la negativa contra Miguel Ángel Yunes Márquez por esa «residencia interrumpida».

    En breve se sabrá el desenlace de esta historia, si Felipe Fuentes sucumbe al canto de las sirenas y le da tache a sus pretensiones como candidato, o vemos a Chiquiyunes el domingo con un tache en la boleta.