Jorge Arturo Rodríguez
Tierra de Babel
“Este es el hombre. Así se declina, mejor dicho, se puede declinar, hablando de la declinación del tiempo, desde el Paraíso Perdido, diciendo: Yo soy perfecto, tú eres imperfecto, él es aborrecible, nosotros somos perfectos, vosotros sois imperfectos, ellos son aborrecibles. Y el mundo es una mierda”. (Max Aub).
Aperitivo: “Dime de qué clase social eres y te diré por quién votaste”. (Comentario de Crisóforo, mi amigo el taxista).
Se nos pasó el Día de la Libertad de Expresión, el Día Mundial de los Océanos, se nos pasaron los días dizque para pensar el voto, ir a votar… “y luego ¿para qué?”, dice la canción. Quizás pa’ nomás mostrar el dedo pulgar –el dedo gordo, pues- y “Sepan cuantos lo vean…” que mis chicharrones truenan, aunque después nos demos cuenta que el pulgar se volvió pulgarcito, pese a que el INE hizo lo suyo –mi reconocimiento- y la manchita esa del dedo gordo que alardeó que sí votamos y nosotros decidimos, se borre y nos quedemos nomás mirando. Nada por aquí, nada por allá, todo es del color del partido con que se mire. Mientras, México rueda hacía un acto seguido de malabarismo y nos vamos consumiendo en procesos electorales y luchas por el poder y “a ver quién la tiene más grande”, cantara Joan Manuel Serrat. Los problemas fundamentales y angustiantes de nuestro país siguen vivitos y coleando; se agudizan las enfermedades de la población a la que sólo se le administra placebos.
En fin, que la vida es corta y tenemos que andar, dejarnos de lamentaciones y actuar, cada quien como quiera y pueda o se venda al mejor postor; hay que sobrevivir pos la vida es un carnaval. En el artículo periodístico de Zedryk Raziel, titulado “Le prometimos y no le cumplimos”: Guerrerenses ‘castigan’ al PRI y PRD y ven en Morena un cambio”, leo: “A mí del PRI me ofrecieron 800 pesos; los agarré, pero ni siquiera fui a votar. Ahora sí que al PRI le estamos devolviendo lo que siempre nos hizo: le prometimos y no le cumplimos”, dice Raúl Ramírez, habitante de Acapulco, divirtiéndose con el ingenioso ejemplo que acaba de poner”. (animalpolitico.com, 09/06/21). ¿Acaso no pasó lo mismo, o peor, con los demás partidos?: prometer y no cumplir por parte del “manoseado” y encabronado pueblo, seamos de la clase, nivel, testarudez o cabrones que seamos.
“Yo sólo vendo mi alma al diablo”, me dijo un compañero, “No a pendejos que sabrá Dios si te cumplirán”. Sonrío y pienso en lo pobre que estamos y en la cloaca en la que hemos caído… ¿Desde cuándo?
En cuanto a la libertad de expresión, “haiga como haiga sido”, lo haya dicho como lo haya expresado y dirigido a quien lo haya dirigido, lo cierto es que cada gobierno debe ponerse el saco a ver si le queda a la medida o sencillamente se haga de la vista gorda, pero fue clarita, clarita la Vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, en días pasados cuando en una entrevista exclusiva con EFE, durante sus reuniones con los presidentes de México y Guatemala: “Dejen hacer su trabajo sin obstáculos a las ONG y la prensa en sus países. Este es un tema que me preocupa profundamente, porque queremos asegurarnos de que hay independencia: un sistema judicial independiente, una prensa independiente, y que las organizaciones sin ánimo de lucro, las ONG, puedan hacer su trabajo sin interferencias. Eso lo dejé muy claro”. (sinembargo.mx, 10/06/21). Hay que poner las barbas a remojar, ¿o no?
Y mientras dizque nos ponemos de acuerdo, nos rasgamos las vestiduras, nos madreamos los unos con los otros, la situación caótica del mundo y, desde luego, del país, se pone cada día más de la chingada y ya no sabemos quién chingaos gobierna, si los buenos o los malos, o ambos dos que resultan al final lo mismo: la descomposición de la sociedad. Ustedes dirán.
Ya sabemos que la Tierra está de mírame y no me toques, enfurecida por tanto daño que le hacemos. Que fue el Día Mundial de los Océanos, y nosotros qué carajos, se nos incrusta la indiferencia entre ceja y ceja. Según la ONU:
*El océano cubre más del 70% del planeta. Es nuestra fuente de vida y el sustento de la humanidad y de todos los demás organismos de la tierra.
*Prueba de ello es que el océano produce al menos el 50% del oxígeno del planeta, alberga la mayor parte de la biodiversidad de la tierra y es la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas en todo el mundo.
*Además el océano es clave para nuestra economía, ya que se estima que, para 2030, habrá en torno a 40 millones de trabajadores en todo el sector relacionado con los océanos.
*Sin embargo, a pesar de todos sus beneficios, necesita más apoyo que nunca.
Con el 90% de las grandes especies marítimas de peces mermadas y el 50% de los arrecifes de coral destruidos, estamos extrayendo más del océano de lo que se puede reponer. Para proteger y preservar el océano y todo lo que sustenta, debemos crear un nuevo equilibrio, arraigado en la verdadera comprensión del océano y cómo la humanidad se relaciona con él.
*Debemos construir una conexión con el océano que sea inclusiva, innovadora y basada en lecciones del pasado.
Está de pelos, pero y eso cómo se logra si ni siquiera sé dónde estoy parado y ni mi familia se pone de acuerdo en equilibrar la relación de amor con el prójimo, cuanto más si aquellos cabrones ganaron a la mala. Primero lo primero: el pinche poder.
Ni modo, sobre el muerto las coronas.
Los días y los temas
Miro al mundo desde el cristal de mi ventana… Me alegra enterarme que Emmanuel Carrière haya ganado el premio Princesa de Asturias de las Letras 2021. A propósito de la vida que llevamos y que muchos ni nos damos cuenta del valor de respirar, les comparto un pasaje de su libro El Reino:
“Guardamos silencio y un largo rato después, de sopetón, me dice que en su infancia había una cosa que le sorprendía mucho: que el periquito de su abuela no se escapara cuando le abrían la puerta de su jaula. En lugar de alzar el vuelo se quedaba allí dentro como un idiota. Su abuela le había explicado el truco: basta con colocar un espejito en el fondo de la jaula. El periquito está tan contento de mirarse en él, lo absorbe hasta tal punto su reflejo que no ve la puerta abierta y el exterior, la libertad, accesibles con un aletazo.”
Quien tenga oídos…
De cinismo y anexas
De Max Aub:
*¡Señor!, ¿qué somos?, ¿a qué vinimos? Llenos de inseguridades, torpezas, groserías, lesiones, fealdad, ¿de qué adolecemos? Insensibles los unos para con los otros, en carne viva para lo propio, embotados, sin sentido, insidiosos, desubstanciados, vacilamos impenitentes.
Ahí se ven. Que disfruten excelentes tiempos poselectorales, mis fans, si les da tiempo.