Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
La llegada de Ricardo Ahued Bardahuil a la presidencia municipal de Xalapa, por segunda ocasión, ha generado muchas expectativas no sólo entre la población más vulnerable, sino en sectores como el empresarial y el de servicios.
Todos ven en él una esperanza, por eso, el compromiso es mayor.
El reto es grande, pero no por ello imposible.
En la ciudad capital existe una gran demanda de obras y servicios. Si bien no hay dinero que alcance, si se aplica una real austeridad en el tema administrativo, los objetivos podrían cumplirse.
De inicio, se espera que la nueva administración municipal no se convierta en una agencia de colocación de empleos donde lo mismo se incruste en la nómina a hijos, primos, que a novias y a toda la parentela.
Habría que revisar cuántos trabajadores sindicalizados existen actualmente en el Ayuntamiento y cuál es su productividad.
Durante las campañas, los diferentes candidatos presentaron infinidad de propuestas, muchas, irrealizables por el gran presupuesto que se requiere.
Los habitantes de las colonias de Xalapa, las de la periferia, lo que requieren son servicios básicos que van desde agua potable, drenaje, alcantarillado, alumbrado, hasta pavimentación de calles y recolección de basura.
Otros sectores como el empresarial y el de prestadores de servicios, lo que piden son menos trámites burocráticos para poder concretar proyectos, inversiones, abrir negocios.
Claro, lo que también se espera es que no haya cobro del famoso diezmo, de los moches, para asignar obras o para agilizar la apertura de un comercio.
A lo anterior, se suma la necesidad de reactivar el turismo, los festivales, los cuales fueron afectados por la pandemia generada por el coronavirus covid-19.
Luego de que la administración saliente dejara una mala experiencia por la devolución de millones de pesos a la Federación, lo que esperan los xalapeños es que haya una correcta aplicación de los recursos y no se regresen al gobierno federal.
Los ojos de todos los ciudadanos estarán puestos en el trabajo diario que realice el presidente municipal y su equipo.
Los más de 111 mil votos que obtuvo Ricardo Ahued Bardahuil en las urnas el pasado 6 de junio representan un voto de confianza y una esperanza de los xalapeños. Hoy, más que nunca, los principios de no mentir, no robar y no traicionar, debe convertirlos en hechos y no queden sólo en palabras.
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