Valeria Marcial
Matices Políticos
La política para algunos, es el arte de inventar resultados sin dar resultados; nada comprobable, tangible pero lleno de ilusiones y esperanzas. Sobre todo para los más vulnerables y necesitados.
Así es el caso de los niños con cáncer y sus familias, seguro usted ya escuchó referencia alguna y sobre todo críticas contra el Subsecretario de Salud del Gobierno Federal Hugo López Gatell, quien en un momento tan frecuente, común y repetitivo como lo son sus desafortunadas declaraciones, erró al señalar que el caso de las familias que se manifiestan, se trata de un asunto de un intento de “golpe de estado”. Debe renunciar y desde luego ofrecer una disculpa pública a las familias y sobre todo a los niños mexicanos.
Sin duda, nada más absurdo, ofensivo, mezquino y ruin que referirse así a las familias de los pacientes con cáncer que exigen abasto de medicamentos para continuar con sus tratamientos, manifestándose en diversos lugares y bloqueando calles, avenidas, impidiendo el acceso a edificios públicos o bloqueando el transporte e ingresos al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Con el único propósito de hacer eco en sus demandas y que estas sean atendidas.
En Veracruz se cuenta con dos hospitales que presumiblemente son de gran nivel de especialidad para brindar atención a pacientes con cáncer y se tienen áreas especiales para niños. Como el Centro Estatal de Cancerología y la Torre Pediátrica en el puerto de Veracruz. Se supone en esos hospitales se recibe atención de calidad y calidez.
Pero el caso de mayor gravedad, son las instalaciones de la Torre Pediátrica, misma que se inauguró alrededor de ocho años después de que fue colocada la primer piedra, por el entonces gobernador priísta Fidel Herrera Beltrán, casi al final de lo que fue su administración.
La construcción continuó con el innombrable ex gobernador priista, Javier Duarte de Ochoa, para ser inaugurada por el panista Miguel Ángel Yunes Linares, durante su bienio al frente del Gobierno de Veracruz. Sin embargo en la administración del actual gobernador morenista, Cuitláhuac García Jiménez, poco o nulo mantenimiento se ha dado al inmueble.
Si bien ha soportado huracanes, sismos y toda la corrupción y podredumbre que ha imperado en las cuatro administraciones que desde su edificación la mantienen, ahora urge que se de mantenimiento. Sin fines y usos políticos y partidistas (lo cual resulta imposible).
Recordemos que Miguel Ángel Yunes Linares la inauguró después de haber metido a la cárcel al constructor, Cesar Augusto así como pelear férreamente por llegar al cargo como gobernador.
Entregó un Hospital Infantil con “55 camas y 67 camas de terapias pediátricas, servicio de urgencia y 13 consultorios de especialidades (…) Se disponen de servicios de endoscopía, cirugía, clínica del dolor, hemodiálisis, quimioterapia, terapia intensiva, intermedia, neonatal, y pediátrica; crecimiento y desarrollo, banco de leche, estimulación temprana, laboratorio y farmacia, entre otras”, de ello daba cuenta el entonces Secretario de Salud Arturo Irán Suárez Villa, durante la inauguración del 28 de febrero del 2018. (XEU Noticias)
En el 2019 ocurrió la caída de plafones del techo que permitieron la presencia de goteras, convirtiendo los pasillos en zona de captación de agua de lluvias, aunado a ello colapsó el sistema aire acondicionado por lo que hasta los gusanos de clima caían entre las áreas donde los pacientes permanecían hospitalizados.
Para el siguiente marzo también se volvieron a presentar inundaciones en baños, toda vez que la tubería se fracturó y provocó de igual manera afectaciones en la sala de espera.
Y como ya era costumbre en la administración de la Cuarta Transformación, para octubre del 2020 no se tenía atención de quimioterapias, falta de medicamentos y el clima (una falla constante) tampoco servía. Los niños que son atendidos en la Torre Pediátrica u Hospital Infantil seguían viviendo un calvario, incluso en el lugar que se supone, recibirían lo que por derecho corresponde, atención digna a su salud.
Y es que se trata de casos que si recordamos han sido el dolor de cabeza de los veracruzanos. Hechos que han causado indignación, dolor y coraje, por siempre jugar con los más vulnerables, con los que menos tienen y con lo más sagrado, la vida de nuestros niños.
En el tiempo de la administración del priista Javier Duarte de Ochoa se habló de que se inyectó agua en lugar de medicamento a los pacientes con cáncer. Ahora estamos hablando de que además de no proporcionales los tratamientos y medicamentos en tiempo y forma, ahora se les acusa de viles golpistas.
El discurso obtuso y de justificación a los errores del gobierno esta rebasado. La dictadura perfecta nos lleva a pensar que quienes exigen salud y seguridad están equivocados. Están manipulando a la sociedad mexicana culpándolos de tener sueños, metas y aspiraciones, de querer un futuro mejor y alcanzar los estándares de vida de países como Alemania y Canadá.
Ya en medio de tanta exigencia, este lunes Cuitláhuac García Jiménez anunció la rehabilitación del Hospital Infantil de Veracruz, Torre Pediátrica, en alrededor de un mes, pues se tuvo que modificar el plan de obra de su administración, debido a las constantes quejas y manifestaciones de que el edificio tiene fallas, por lo que el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI) solo espera recibir el diagnóstico por parte del estado para iniciar con las reparaciones necesarias.
E incluso en ese juego político de responsabilidad administrativa, también presentará denuncias en contra de funcionarios de las anteriores administraciones, por las faltas cometidas traducidas en corrupción en los tiempos de Miguel Ángel Yunes Linares y Javier Duarte de Ochoa, cuyos operadores políticos, cabe hacer mención, son parte de la actual administración.
Ojalá que el gobernador Cuitláhuac García proceda de forma correcta en este y todos los temas de corrupción que están frenando el desarrollo de Veracruz, que han dejado una profunda herida en los corazones de los miles de ciudadanos que han votado por diversos partidos en las últimas elecciones, con la ilusión de un mejor futuro en este maravilloso estado que lo tiene todo.
Veracruz es un estado que lo tiene todo, es fuerte e incluso tiene la posibilidad de mantenerse de pie, aun cuando el sistema está lleno de servidores públicos algunos corruptos, deshonestos, cegados por el odio, rencor, venganza y todo, todo menos vocación de servicio a las y los veracruzanos.
Por ello, ahora, el gobernador debe dar pronta solución a las deficiencias en materia de salud en todos los hospitales de Veracruz y, de paso, exhortar a que en las clínicas del IMSS y el ISSSTE en la entidad, se brinden las prestaciones que todo derechohabiente tiene que recibir, tanto en la atención, la recepción de medicamentos, el acceso a equipos médicos de primera calidad para la realización de estudios o tratamientos, así como diagnósticos claros y certeros.
No más equivocaciones de médicos abusivos que amparados bajo el sindicato siguen dañando vidas de personas que lo único que han hecho es confiar en el sistema, porque no cuentan con mayores recursos para atenderse en clínicas privadas.
Urge que se deje de lesionar a nuestros niños y pacientes, suficiente tienen como todo lo que significa recibir el diagnostico de padecer cáncer en cualquiera de sus tipos y vivir con ese dolor e incertidumbre de morir más rápido de lo que imaginamos.
Nuestros niños se están muriendo, nuestro futuro se está rompiendo frente a nosotros y no debemos permitir que les roben sus sueños y la esperanza de tener una vida como la de cualquier otro niño, con posibilidades de lograr todas sus metas, convivir y crecer sin dolor, sin el infierno de las quimioterapias y el calvario de mendingar por los pasillos de los hospitales por medicamentos.
La política es eso que recibimos todos los días traducida en administración pública…