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    Omar Zúñiga

    De Primera Mano Tajín

    La primera noticia con que me topé ayer domingo, de frente, así, sin más ni más, fue con un madrazo de realidad nuevamente, de esas noticias que no deben pegarte tan profundo, pues la neta es que no éramos íntimos ni mucho menos, pero sí lo conocí de cerca.
    La noticia de la muerte de monseñor Hipólito Reyes Larios me terminó de despertar. Estaba a unos días, el 15 de agosto, de cumplir 75 años de edad y con ello el límite que marca el derecho canónico para retirarse del sacerdocio.


    Un hombre, como todos, de carne y hueso, que ciertamente distará de ser canonizado, pero con don de gente, líder nato, nos guste o no, de uno de los poderes fácticos de nuestra sociedad, la xalapeña en este caso.
    Altamente politizado que fue in crescendo en sus opiniones a lo largo de su arzobispado, hasta convertirse en un férreo crítico del gobierno, estatal y federal. Decía las cosas como eran.
    Tuve la oportunidad de entrevistarlo, charlar con él un par de horas en la casa arzobispal de Juárez y Clavijero, sólo él y yo.
    Ahí, monseñor Reyes Larios me dijo que “el gobernador conoce bien la realidad de Veracruz y se hace presente, yo diría que se despedaza por estar en todos lados, donde hay cualquier evento, especialmente si hay algún conflicto lo asume, entonces digo que realmente gobierna que toma las riendas de lo que está realizando”.
    “Es un hombre muy inteligente, muy dotado porque ha sabido aprovechar las experiencias anteriores (…) es un hombre que tiene mucha visión de lo que es el Estado y de cómo están las situaciones y cómo está la realidad política y social del país, en ese sentido yo lo veo.
    “Ahora todo estilo tiene su costo, por ejemplo quiere que todo el mundo ande igual que él, a su ritmo y eso no a todos les gusta, pues siempre son situaciones especiales, por que se pierden momentos de descanso, cosas que son muy humanas, tiempo en familia.
    “Por ejemplo, un Presidente Municipal que se va una semana de vacaciones, es de lo más normal del mundo, pero como el ritmo lo lleva nuestro Gobernador, pues claro que los demás tienen que alinearse.
    “En ese sentido, lo que pasa es que es (el gobernador) alguien con mucha visión, con mucha capacidad de trabajo y sobre todo con mucha capacidad de conciliación, eso es lo que veo fuerte en él y la otra cosa es la visión de cómo puede hacer tantas alianzas, con empresarios, con distintos grupos, con profesionistas, con políticos, ¡nunca se pelea con nadie!
    “Dicen que el que se enoja pierde ¿no?, entonces pues realmente él sabe conciliar, creo que es un gran don, una gran virtud para un gobernante, eso es yo pienso de él”.
    Esta era la opinión que Monseñor Hipólito Reyes Larios tenía sobre el gobernador, el único y recanijo “pero” que a todos nos pone los pelos de punta es que esta entrevista tuvo lugar hace casi exactamente 13 años, el 11 de agosto de 2008, el gobernador era Fidel Herrera.
    Seguramente a mucha gente no le gustaba cómo pensaba entonces y hasta antes de morir, pero lo que me queda claro es era un hombre que decía lo que pensaba.
    Y por supuesto tampoco le caía bien a todos, nadie somos monedita de oro, pero incluso a ellos, a quienes se solazan con su muerte en discursos de doble moral, les puso el dedo en la llaga, pues nadie se gana malquerientes nomás por que sí.
    Descanse en paz, Monseñor Hipólito Reyes Larios.


    La/distancia/entre/los/dos/es/cada/día/más/grandeeeeee…
    El fin de semana hubo gira de funcionario federal por la patria chica. El viernes 6 de agosto “se entregó el nombramiento de «Ciudadano distinguido» al Orizabeño y Secretario de Turismo del Gobierno de México Lic. Miguel Torruco Marqués durante su gira de trabajo por la ciudad”, reza el pie de foto en la página oficial del Ayuntamiento.
    Al día siguiente, sábado, tuvo lugar un hecho de particular relevancia no sólo para Orizaba, sino para la entidad en su conjunto y a juzgar por el nombre, para el país, pues el titular de Turismo y uno de los hombres cercanos al presidente, inauguró de la mano del alcalde Igor Rojí el «Museo de la Hotelería Mexicana».
    Juan José Fernández Carrillo, presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Moteles; Roberto Zapata, presidente del consejo de administración
    de Hoteles Misión fueron dos de los invitados y oradores en el acto solemne.
    Este evento no es ninguna peccata minuta, pues es el primero en su tipo a nivel nacional y tampoco es fortuito que sea en Orizaba, pues precisamente fue en Pluviosilla, en 1525 que se tiene registro del primer alojamiento formal del país con el mesón “San Juan de la Villa Rica”, propiedad de la familia Paniagua.
    Es, pues, un hecho que ha quedado incluso plasmado en publicaciones especializadas sobre turismo a nivel internacional.
    Para documentar el optimismo, este Museo es parte del Proyecto de Gran Visión planeado por el Grupo Orizaba, liderado por el Emperador y próximo alcalde Juan Manuel Diez.
    Por las razones esgrimidas, no se entiende entonces que no haya estado presente ninguna autoridad del gobierno estatal; porqué el desaire, pues de buena fuente sabemos que las invitaciones fueron giradas a las instancias correspondientes, y ni Xóchitl Arbesú secretaria de Turismo, ni Éric Cisneros secretario de Gobierno, ni mucho menos el gobernador Cuitláhuac García hicieron acto de presencia.
    Si el desaire fue de aquí pa’allá o de allá pa’acá es igualmente grave, así que barbas a remojar.

    ¡Qué barbaridad!
    deprimera.mano2020@gmail.com