Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
Mientras las autoridades insisten que en el estado de Veracruz se ha mejorado la seguridad, los hechos cotidianos muestran lo contrario.
Los acontecimientos que se registraron este miércoles en el municipio de Ixtaczoquitlán, donde murió un delincuente, así como dos secuestrados, dos policías ministeriales heridos, las instalaciones de las fiscalías de Fortín y Tezonapa baleadas, así como autos incendiados, muestran la gravedad de la situación que prevalece y que las autoridades insisten en minimizar.
En la misma región central, en el municipio de Atoyac, un joven fue asesinado a tiros en la congregación Potrero Nuevo. Junto al cuerpo, los agresores dejaron una cartulina donde se asegura que la víctima era un presunto extorsionador.
Lamentablemente en cualquier punto del territorio veracruzano se presentan hechos delictivos de manera diaria, como el que se registró en el municipio de Acayucan, en el tramo carretero Cosoleacaque-La Tinaja, donde una familia fue despojada de su vehículo, de sus teléfonos y de sus pertenencias.
La violencia y la inseguridad que imperan en el estado Veracruz también han provocado que muchas familias huyan de sus municipios para resguardar a sus seres queridos.
Esto ha generado que las personas dejen no sólo sus negocios, sino también sus viviendas.
Por citar un caso. En el municipio de Coatzacoalcos, donde prácticamente es tierra sin ley, hay 30 mil casas en venta debido a la presencia de la delincuencia que opera sin restricción alguna.
El dato lo confirma la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI). La crisis comenzó desde hace unos años y las cifras se acumulan.
A esta situación se suma la disminución del valor comercial de las propiedades que pierden hasta el 30 por ciento de su precio original.
¿Esa es la seguridad de la que hablan las autoridades? ¿Dónde están las acciones de prevención que dicen aplicar?
En el discurso y en los hechos han sido rebasadas, la violencia estalló y las familias veracruzanas se encuentran sin respaldo, sin protección, abandonadas a su suerte.
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