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    Enrique Yasser Pompeyo

    Mesa de Redacción

    En el estado de Veracruz continúan los crímenes contra periodistas, a pesar de las promesas oficiales de que se les protegería.
    En lo que va de la actual administración que encabeza el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, ya suman cuatro asesinatos.
    Se trata de Jorge Celestino Ruiz Vázquez, reportero de Gráfico de Xalapa, cuyo crimen ocurrió en agosto de 2019 en La Bocanita, municipio de Actopan.


    María Elena Ferral Hernández, corresponsal del Diario de Xalapa, quien fue baleada en marzo de 2020 en Papantla.
    Juan Valdivia de Diario El Mundo, ejecutado en septiembre de 2020 en el municipio de Tezonapa.
    Este jueves, Jacinto Romero Flores, periodista y locutor de Ori Stereo fue asesinado en la comunidad Potrerillo del municipio de Ixtaczoquitlán.
    Una vez más, tras el homicidio, el gobierno emitió comunicados con frases trilladas, lugares comunes y promete lo que no ha podido cumplir, que no permitirá que se amedrente a la población.
    El asesinato del cuarto periodista y los múltiples delitos que se cometen a diario en el territorio veracruzano, sólo muestran indolencia y desidia.
    A pesar de la danza de cifras continúan los feminicidios, crímenes de odio, secuestros, levantones y un largo etcétera de hechos delictivos.
    No se observa un interés real por proteger a la población en general, mucho menos a los periodistas y las autoridades sólo se quedan en el discurso mediático.
    De acuerdo con un informe que presentó World Justice Project (Proyecto de Justicia Mundial, WJP, por sus siglas en inglés) el estado de Veracruz es la entidad peor calificada en materia de libertad de prensa, límites de poder gubernamental y justicia penal.
    Por su parte, la organización Artículo 19 en su informe especial “Protocolo de la impunidad en delitos contra periodistas”, establece que los casos de agresiones contra periodistas mantienen un índice de impunidad de 99.13 por ciento.
    Más allá de que se resuelvan los casos, las autoridades deben, si es que les interesa, implementar verdaderas acciones y protocolos de prevención para evitar más asesinatos contra trabajadores de los medios de comunicación.
    Mientras tanto, el gremio periodístico, de nuevo, se encuentra de luto y no se observa que la situación vaya a mejorar; quienes ejercen este oficio se encuentran solos, abandonados y vulnerables.

    enriquepompeyo@hotmail.com