Xalapa
El promotor de Comunicación Cultural del Museo regional tuxtleco perteneciente al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Federico Campos Herrera, aseguró que Tlali, Tierra en Náhuatl, para nada representa a la cultura olmeca.
«Como habitante de la cuna de la civilización olmeca, estoy en desacuerdo porque los olmecas nos dejaron como legado 17 cabezas colosales de las cuales la más grande se encuentra en Santiago Tuxtla».
La cabeza olmeca Tlali, sustituirá el símbolo de Cristóbal Colón como un recordatorio de las raíces indígenas y el exterminio de la conquista española.
Se trata de la primera cabeza olmeca femenina que se levantara en el Paseo de la Reforma.
En ese sentido, Campos Herrera, aseguró que no existe ninguna coincidencia física con las mujeres olmecas.
«Físicamente se identifican por tener pómulos grandes, nariz ancha y labios gruesos, además de que todos los personajes portan un tocado especial, unos manifiestan que pudiera ser un casco, para empezar estoy en desacuerdo, porque bien pudieran utilizar una de las 17 cabezas colosales que identifican a la cultura olmeca».
De ahí que para nada tiene una relación con el busto que están colocando en ciudad de México».
Entre las características, precisó que los olmecas al igual que los mayas «tenían una deformación craneana a través de tablillas y eso se hacía desde el nacimiento y la cuestión de la vista, el estrabismo era belleza y era un rasgo de los olmecas».
La pieza femenina necesitó ser labrada por un grupo de escultores dirigido por el arquitecto y activista, Pedro Reyes.