Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
Mientras las autoridades insisten en asegurar que todo se encuentra en calma en el estado de Veracruz, este jueves, en el municipio de Cosoleacaque cuatro personas fueron ejecutadas.
En pleno festejo por las fiestas patrias, un comando llegó y acribilló a quienes convivían en un domicilio particular ubicado en la calle Juan Álvarez de la colonia Congreso Constituyente.
De acuerdo con la información, las víctimas también habrían recibido el tiro de gracia y los criminales les habrían dejado un mensaje en una cartulina.
Como siempre, tras el violento crimen, llegaron elementos de la Policía Municipal, Estatal, Guardia Nacional, incluso del Ejército, pero no hubo detenidos.
En Vega de Alatorre fueron hallados los cuerpos de dos hombres que habían sido reportados como desaparecidos y se desconoce si hay alguna investigación en curso.
Un caso que ha conmocionado a la población se dio en Xalapa. Hace unos días se encontró el cuerpo de una mujer dentro de un bote de basura y estaba en calidad de desconocida.
La joven, quien ya fue identificada, tenía 23 años de edad y fue reportada como desaparecida desde el día cinco de este mes, su cuerpo fue encontrado el día once.
Hasta este jueves tampoco se sabía de algún avance o si ya se abrió alguna carpeta de investigación para dar con los asesinos.
En cualquier parte de la geografía veracruzana continúan los hechos delincuenciales y a las autoridades parece importarles poco.
La lista de crímenes, asesinatos y feminicidios aumenta cada día, a pesar del discurso alegre de las autoridades que insisten en que los casos son pocos o casi inexistentes.
Los veracruzanos de a pie, a diferencia de los funcionarios encargados de la seguridad y de la procuración de justicia, no tienen camionetas blindadas, una docena de guardaespaldas, ni mucho menos cuentan con armas para defenderse.
HUYE EL SECRETARIO DE SALUD
Otro funcionario que literalmente huyó de los representantes de los medios de comunicación fue el secretario de Salud, Roberto Ramos Alor.
Ante la crisis de salud por la pandemia del coronavirus, la falta de vacunas y la negativa del gobierno para aplicarlas a los menores de edad, el funcionario debería ser el primero en salir a declarar y explicar la situación en la que se encuentra el estado de Veracruz.
¿Por qué tienen miedo los servidores públicos? ¿Acaso no cuentan con la información? ¿O si les prohíben hablar, cuáles son las razones?
Hay un total hermetismo hacia la sociedad, hacia la población. Ocultar la información en nada les beneficia. Los veracruzanos quieren respuestas y sólo existe opacidad.
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