Miguel Ángel Gómez Ruiz
Contrapunto
Por muy ignorante que haya sido en la vida y más porque desconoce los principios fundamentales del Derecho, la presidente del Poder Judicial de Veracruz, Isabel Inés Romero Cruz se siente la mujer más poderosa, no sólo por la protección que le brinda el gobernador Cuitláhuac García sino porque pareciera haber sido resucitada por algún espíritu chocarrero.
Sí, la mujer que en algún momento estuvo a punto de ir a la cárcel por violar la ley de Amparo, por ocultar uno que perjudicó a un preso, ahora se siente igual de poderosa que Camelia la texana.
Y ha aplicado acciones correctivas contra todos los que en algún momento opinaron sobre su actuar. Por ejemplo, quitó a la magistrada Concepción Flores Saviaga de la octava sala de lo familiar y la colocó como visitadora. La realidad es que Flores Saviaga sólo dijo la verdad sobre la mala administración que hay en el Poder Judicial –de la que es responsable Romero Cruz- y de inmediato vino esa acción. También tuvo que ver el hecho de que se opuso a la reducción de salario –ilegal, por cierto- que se aplicó para complacer al gobernador Cuitáhuac García.
Del mismo modo, se ha opuesto, pese a que hubo un resolutivo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a que regresen a sus cargos los magistrados Roberto Dorantes Romero y Marco Antonio Lezama Moo. Se ha arriesgado a ser encarcelada, multada e inhabilitada, sencillamente porque en Veracruz todo es controlado por Morena.
También, se cree que podría haber alguna sanción contra la magistrada Beatriz Rivera que ha tenido un excelente desempeño pero que se opuso a la reducción de salario y prestaciones que impuso el mandatario y que obedeció ciegamente Romero Cruz. Ahora, se teme que también la cambien de lugar.
En el caso de la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros, justo en el día de su cumpleaños, le giró un oficio para que dejara su despacho y se marchara del Poder Judicial. La magistrada es inamovible gracias a un decreto expedido en noviembre de 1997y sin duda que se defenderá, pero la acción ejecutada por Romero Cruz fue terrible pues inclusive, el personal de la Contraloría rompió varios reconocimientos cuando se efectuaba la mudanza.
Del mismo modo, no le han permitido que realice los trámites de jubilación, ni tampoco le pagaron su jubilación, hasta prohíben la entrada a quien intenta entregar la documentación correspondiente.
Y para más, por acuerdos con la juez Danie Iveth Arenas Pérez, planea llevar a prisión a Castañeda Palmeros por el tema de una pensión, pues mientras la magistrada paga casi el total del tratamiento de su madre, la juez Arenas Pérez actuó para que Mario Castañeda, hijo de una mujer enferma de 102 años, pague apenas un cinco de pensión a su mamá, cuando antes pagaba un treinta por ciento. La quieren encarcelar por un supuesto tráfico de influencias.
Y así, el poder de Isabel Inés Romero Cruz que, de hilar apenas unas palabras, ahora es la mujer que manda allí. De hecho, sus principales colaboradores tendrán que cuidarse, pues ahora ella presume la protección de López Obrador, Cuitláhuac García y hasta de Rocío Nahle, la funcionaria federal que de ser presidenciable no niega que se conformaría con la gubernatura de Veracruz.
Sin respuesta a afectados por Grace
A pesar que el gobierno de Veracruz presume acciones a favor de los miles de damnificados en las regiones centro y norte de Veracruz tras el paso del huracán Grace, las acciones no han sido efectivas como se presume.
Casi como en Venezuela, en donde el gobierno atiende a quienes protegen su régimen, en Veracruz ha pasado lo mismo. Mucha gente se queja que la ayuda nunca se entregó y los leales a Morena reciben todo lo posible.
Antes, con la utilización del Fondo Nacional de Desastres, los afectados por un meteoro los afectados recibían comida, despensas, colchonetas, cobertores y posteriormente, recursos para salir adelante. Ahora, los trabajadores del gobierno –federal y estatal- fueron selectivos a la hora del registro de afectados.
Sí, se ha entregado un recurso de 35 mil pesos, pero sólo a algunos. Muchos afectados ni siquiera fueron entrevistados porque los encuestadores se pasaron de largo o bien, fueron selectivos.
No es bueno que un gobierno presuma recursos económicos que no tiene y menos que diga que las cosas se hicieron bien, pues quienes actuaron primero fueron los propios veracruzanos. A todos nos consta que hubo un llamado de auxilio de las autoridades, por su misma incompetencia, para que la gente proveyera a los afectados de artículos de limpieza, comida y hasta ropa y zapatos.
O sea, este gobierno de cuarta transformación no sólo ha sido omiso, sino tacaño a la hora de ayudar y peor aún, sigue culpando a administraciones anteriores de corrupción, pero no castiga a nadie, porque una cosa es hablar y otra, probar.